Atutxa convocará un nuevo pleno el día 31 si persiste el bloqueo a los Presupuestos

Si el cuarto pleno para debatir los Presupuestos en el Parlamento vasco previsto para mañana vuelve a fracasar, la Cámara celebrará otro el próximo 31 de diciembre. La Mesa del Parlamento, presidida por Juan María Atutxa, habilitó ayer esta fecha, pese a la protesta de los partidos de la oposición. Ni el Gobierno vasco ni PP, PSE y Batasuna parecen dispuestos a desatascar la crisis. La ronda de conversaciones celebrada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con todos los partidos la semana pasada sólo ha servido para enconar aún más las posiciones.

Una hora antes de que se reuniese la Mesa del Parlamento, la Junta de Portavoces, foro en el que la oposición tiene la mayoría, celebró un encuentro. Mientras que los representantes del PNV, EA e IU consideraron acertada la decisión de abrir el Parlamento el día de Nochevieja, los de PP, PSE y Batasuna rechazaron esta posibilidad. A pesar de este pronunciamiento en contra, la Mesa del Parlamento (el órgano que tiene la última palabra sobre cualquier cuestión relacionada con la Cámara y donde nacionalistas e IU son mayoría) habilitó el día 31 para celebrar el pleno.

La ausencia de la oposición en bloque impide desde el pasado 14 de diciembre que el Parlamento celebre el pleno sobre las enmiendas a la totalidad presentadas por socialistas, populares y Batasuna al proyecto de Presupuestos del Gobierno vasco para 2002. La decisión del presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, de que las enmiendas se voten por separado, en lugar de celebrar una votación, tal y como se ha venido haciendo en los últimos 16 años, provocó el enfado de la oposición (que es mayoría en la Cámara) y su renuncia a presentarse en el pleno. La decisión de Atutxa obliga a PP, PSE y Batasuna a buscar un apoyo mutuo para devolver el proyecto presupuestario al Ejecutivo. Su ausencia en bloque exige la celebración de otra sesión plenaria ante la falta de quórum, para el que se necesitan la mitad de parlamentarios más uno, es decir, 38. El Gobierno dispone de 36.

Deterioro institucional

El portavoz parlamentario del PSE, Rodolfo Ares, criticó la habilitación del día 31, para quien esa decisión sólo obedece a la 'obcecación de Atutxa, que sabe que no va a tener efectos prácticos'. El propio Atutxa ha reconocido que aunque el pleno se pudiera celebrar el 28, no habría tiempo material para completar los trámites necesarios para aprobar el proyecto de Presupuestos dentro del año natural. 'Atutxa y el Gobierno vasco siguen instalados en el conflicto permanente y prefieren seguir jugando al deterioro institucional', señaló.

El portavoz del PP en el País Vasco, Leopoldo Barreda, coincidió en las críticas al presidente de la Cámara y al lehendakari. 'PNV, EA e IU han decidido bloquear el funcionamiento del Parlamento si no logran sacar adelante su presupuesto. Hay asuntos pendientes en la Cámara que no se pueden debatir porque Atutxa se empeña en convocar un día tras otro el debate de Presupuestos', apuntó. 'Es la consagración del empecinamiento como estilo de gobierno', enfatizó.

Mientras, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, recordó que la oposición no ha respondido al emplazamiento de Ibarretxe para que plantee una alternativa o deje de 'estorbar'. Además, exigió a populares y socialistas que aclaren si van a seguir usando los votos de Batasuna para obstaculizar la gestión del Ejecutivo.

La Mesa de la Cámara admitió ayer a trámite una iniciativa del tripartito en la que se pide que se repruebe la conducta de su vicepresidente segundo y de su secretario primero, Carmelo Barrio (PP) y Manuel Huertas (PSE-EE), por no asistir a cuatro convocatorias del pleno.

Por otra parte, la nueva dirección de Atención a las Víctimas del Terrorismo, recogida en la estructura del Departamento de Interior del Gobierno vasco, será dirigida por Maixabel Lasa, la viuda del ex gobernador civil de Guipúzcoa asesinado por ETA, el socialista Juan María Jáuregui.Esta dirección, con más rango que la oficina a la que sustituye y que se encargaba de este cometido los últimos años, tendrá como funciones la gestión de las ayudas económicas y la atención social a las personas que sufren las consecuencias del terrorismo. Como novedad, se incluyen las ayudas no sólo a los ciudadanos directamente afectados por un atentado, sino a los que sufren la conocida como 'violencia de persecución', como los extorsionados y amenazados por ETA y las organizaciones de su entorno.

El programa de ayudas del Gobierno vasco ha tramitado desde 1988 hasta diciembre de 2000 unos 5.000 expedientes de ayuda a damnificados, por un importe cercano a los 700 millones.