Ibarretxe no logra acordar con la oposición el desbloqueo del Presupuesto

La ronda de encuentros celebrada ayer por la mañana y por la tarde por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con todos los líderes políticos vascos terminó sin un acuerdo con ninguno de ellos que garantice la celebración hoy del Pleno sobre los Presupuestos. Su constitución se ve impedida desde hace una semana por el plante del PP, PSE y Batasuna en protesta por una interpretación reglamentaria de su presidente, Juan María Atutxa, que permite al Gobierno sacar adelante las cuentas pese a su situación de minoría. Los Grupos Parlamentarios del PNV, EA e IU rechazaron anoche, en un último intento, una propuesta del PSE para retrasar el Pleno y seguir negociando.

Ibarretxe suspendió su comparecencia, prevista al término de las entrevistas, y la sustituyó por una nota en la que llamó con especial empeño a los socialistas a que acaben 'con el chantaje que supone boicotear las instituciones conjuntamente con Batasuna'. Lo hizo para dejar todavía abierto el diálogo y dar una posibilidad -que no prosperó- a los contactos que mantuvieron en el Parlamento los grupos del Gobierno y el PSE y a eventuales conversaciones de él mismo con Nicolás Redondo. Pero el Gobierno de Vitoria reiteró que la vuelta a la Cámara no es negociable, sino que constituye la condición previa inexcusasble.

La Lehendakaritza (presidencia) se mantuvo en la posición reiterada una y otra vez en los días pasados: la vuelta al Parlamento no será objeto de negociación, sino condición previa y 'momento cero' a partir del cual 'se puede hablar de todo', según señaló a este periódico el propio portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz.

La de Redondo fue la cita clave, y, de hecho, Ajuria Enea se mostraba tras ella optimista de cara a la celebración hoy del Pleno. Redondo salió a mediodía distendido a transmitir el 'buen clima' que había presidido el encuentro con Ibarretxe y constató la voluntad de ambos de desbloquear la situación con una solución 'satisfactoria para todos'.

Las expectativas se desvanecieron tras las duras intervenciones de los líderes de los grupos del PNV, EA e IU (tripartito) ya por la noche. Los tres indicaron que las posiciones no habían variado. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, resaltó como una 'farsa, un chantaje' que el PSE les exija que desalojen de las alcaldías a los mismos (por Batasuna) que están utilizando para obligarles a hacerlo. Arzalluz consideró el plante como una moción de censura encubierta y retó a la oposición a que utilice la mayoría de 39 escaños que emplea para el bloqueo en la presentación de una alternativa.

Redondo no pidió que Atutxa rectifique su decisión de votar las enmiendas de devolución del Presupuesto por separado, tal como pedían PP, PSE y Batasuna, aunque se ratificó en que el presidente del Parlamento 'se ha excedido', y pidió una reinterpretación 'razonable', pero evitó el término 'cacicada' con el que se han referido al episodio toda la semana. Se declaró dispuesto a hacer 'lo que se tenga que hacer' para que el bloqueo parlamentario no se reproduzca en el llamamiento de hoy.

Batasuna acusó a Ibarretxe de mantener una actitud invariable en sus 'prejuicios' respecto a esa formación, por condicionar toda su relación con ella a un cambio en su posición ante la violencia. Su portavoz, Arnaldo Otegi, valoró que el plante haya evidenciado que 'no se puede hacer política como si Batasuna no existiera' y también el mero hecho de haber sido recibidos de nuevo en Ajuria Enea, cosa que Ibarretxe no hacía desde la protocolaria visita tras las elecciones del 13 de mayo. Ajuria Enea valora que han sido PP y PSE, con su plante con Batasuna, quienes han vuelto a poner en valor a esta formación y a otorgarle una relevancia política que había perdido en los últimos meses. 'Ése es uno de los efectos más perniciosos de ese plante', dijeron.

El portavoz del PP, Jaime Mayor, pidió la marcha atrás de Atutxa sobre su 'decisión arbitraria'.