EE UU admite su negligencia en Afganistán
Kabul
James F. Dobbins, enviado especial de EE UU para Afganistán, reconoció ayer en Kabul que 'la comunidad internacional fracasó al abandonar Afganistán a su suerte y EE UU tiene su parte de responsabilidad en este abandono'. 'Nuestro país pagó un precio muy alto por ello el 11 de septiembre, y los afganos también han pagado un precio muy alto por el sufrimiento de su país', agregó el diplomático estadounidense. Estas palabras de Dobbins se produjeron en una situación especialmente simbólica: la reapertura de la Embajada estadounidense en Kabul, que permanecía cerrada desde 1989.
La ceremonia, en la que estuvieron presentes miembros del futuro Gobierno provisional afgano como el ministro de Defensa, Mohamed Fahim, tuvo su momento cumbre cuando fue izada de nuevo la bandera estadounidense en el edificio de la Embajada, que había sido saqueado por los talibanes el 27 de septiembre, poco antes del comienzo de los bombardeos. La bandera es la misma que fue retirada cuando la Embajada fue evacuada el 30 de enero de 1989 y encontrada en el edificio junto a una nota del último comandante de la guarnición de marines de la legación diplomática.
Bajo una intensa y heladora lluvia, la ceremonia tuvo algo de berlanguiana, con unos 50 empleados de la Embajada y sus hijos agitando banderitas de barras y estrellas, aunque los 30 marines y miembros de las fuerzas especiales se mostraron realmente conmovidos cuando sonó el himno estadounidense.
Dobbins aprovechó la ocasión para explicar de nuevo la política estadounidense hacia Afganistán, en sintonía con lo que el propio secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo el domingo en la base aérea de Bagram. 'Queremos ejercer un papel importante, pero no exclusivo, en el futuro del país', aseguró el diplomático, que dijo haberse entrevistado con numerosos representantes de la política afgana. 'Todos los partidos afganos aceptan al Gobierno provisional y los acuerdos de Bonn, que son de hecho una Constitución para este país', señaló como conclusión de sus entrevistas en un breve encuentro con la prensa previo a la ceremonia oficial. 'Es muy importante que no existan agujeros negros internacionales, que son un refugio para el terrorismo y el tráfico de drogas', dijo.
Dobbins reiteró que EE UU no formará parte de la fuerza internacional de paz, que debe ser desplegada en Kabul antes de la toma de posesión del Gobierno provisional, el próximo sábado, aunque señaló que prestará su colaboración logística.
En cuanto al final de los bombardeos sobre Afganistán, que comenzaron el 7 de octubre y todavía no han terminado, el diplomático dijo que tienen permiso de las autoridades afganas para seguir actuando hasta que 'la lucha contra el terrorismo haya terminado'.
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