El último vídeo de Bin Laden

En el vídeo, según fuentes del Gobierno de EE UU, Osama Bin Laden ríe y se regocija cuando recuerda con unos amigos el derrumbe de las Torres Gemelas. El terrorista fue grabado por una cámara doméstica mientras comía con conocidos, a quienes cuenta cómo vivió los atentados del 11 de septiembre: 'Esperad, que hay más', dijo a quienes estaban con él al llegar la noticia del primer avión estrellado contra los edificios de Nueva York.

La Casa Blanca estudia la conveniencia de hacer pública la grabación, pero teme que eso desate acusaciones de manipulación. El Washington Post desveló el domingo la existencia del vídeo, confirmada después por el Gobierno. Oficialmente, la grabación se encontró durante el registro de una casa en Jalalabad; sin embargo, el número dos del Pentágono ha dejado esa versión en entredicho: 'La manera en la que conseguimos la cinta tiene que ver con nuestros métodos y nuestras fuentes', aseguró Paul Wolfowitz.

Existía una cinta anterior de Bin Laden que tampoco se hizo pública, aunque en ese caso el origen era más simple: la Casa Blanca obtuvo una copia porque se la cedió la cadena de televisión Al Yazira. La grabación sólo contenía las diatribas habituales contra Washington, sin referencia alguna a la posible responsabilidad del terrorista saudí en los atentados del 11 de septiembre. La nueva grabación es de un valor mucho mayor porque es, según el Gobierno estadounidense, casi una confesión de Bin Laden. Las imágenes demuestran un conocimiento previo sobre los atentados que disipa las dudas sobre su responsabilidad en ellos, aseguran fuentes gubernamentales.

En el vídeo, Bin Laden almuerza con amigos a los que cuenta cómo tenía la radio encendida el 11 de septiembre a la espera de noticias sobre atentados en EE UU. Cuando el primer avión se estrelló contra una de las Torres Gemelas, Bin Laden cuenta entre risas que dijo a sus amigos: 'Esperad, que hay más'. En la grabación, Bin Laden 'da gracias a Alá porque los atentados salieron mejor de lo que esperaba', asegura una fuente del Gobierno.

Aparentemente, Bin Laden pensaba que sólo se derrumbaría la parte de las Torres Gemelas por encima de la altura a la que se estrellaron los aviones.

Después, siempre según el relato gubernamental, Bin Laden sugiere que la mayoría de los secuestradores no sabían que su misión era suicida, un hecho que parece divertirle; fuentes de la investigación ya habían apuntado la posibilidad de que sólo los pilotos estuvieran al tanto de que el objetivo final de los secuestros aéreos fuera estrellar los aviones.

El Consejo de Seguridad Nacional debatía ayer sobre la conveniencia de distribuir las imágenes a los medios de comunicación. La opinión mayoritaria en la Casa Blanca era favorable a la emisión del vídeo para envilecer aún más la figura de Bin Laden.

Otros, en cambio, temen que su distribución provoque un efecto contraproducente: la calidad de las imágenes es tan 'casera' que enseguida puede alimentar la habitual 'teoría del montaje'. 'La calidad no es buena y las imágenes son oscuras. La grabación nos expondría a la acusación de haberla fabricado', aseguró un alto cargo.

Hasta ahora, Bin Laden se ha congratulado por los atentados, pero nunca ha aceptado responsabilidad en su planificación. El presidente Bush tomará la decisión final sobre el vídeo, aunque parece inclinado a hacerlo público: 'El presidente quiere compartir la información con los ciudadanos de EE UU', dijo su portavoz, Ari Fleischer.