Bush ataca a los que dudan del vídeo

George W. Bush cargó ayer contra quienes expresaban dudas sobre la autenticidad del vídeo de Osama Bin Laden. 'Resulta ridículo que alguien piense que la cinta ha sido manipulada. Ésa es una débil excusa', dijo, 'para seguir apoyando a un hombre increíblemente malvado'. La difusión de un vídeo doméstico obtenido en Afganistán por el Pentágono, en el que Bin Laden comentaba jocosamente los atentados del 11 de septiembre y daba detalles sobre su preparación, galvanizó el jueves los sentimientos de los estadounidenses. Y abrió un debate jurídico sobre si la filmación sería aceptable como prueba en un hipotético juicio contra el fundador y líder de la organización terrorista Al Qaeda.

El vídeo, de mala calidad y pésimo sonido, impresionó a la audiencia estadounidense pero no alteró apenas a una opinión pública que había ya juzgado y condenado a Bin Laden. Prácticamente todos los gobiernos de los países musulmanes aceptaron como válida la filmación. Pero entre las poblaciones de esos países persistió la incredulidad y abundaron las acusaciones de manipulación. El presidente Bush lamentó esas reacciones: 'Quienes sostienen que se trata de un truco o una falsificación piensan demasiado bien de un hombre malvado', declaró. 'Eso era Bin Laden sin editar. Eso era Bin Laden, el Bin Laden que asesinó a mucha gente. Éste es un hombre que envió a la muerte a personas inocentes. Ahí tenemos a un hombre tan cruel y de corazón tan frío que es capaz de reír hablando de los terroristas suicidas que perdieron sus vidas'.

Bush reconoció que había dudado antes de autorizar la difusión del vídeo. 'Mucha gente sufrió a causa de la maldad de Bin Laden, y dudé sobre la conveniencia de permitir que un recordatorio tan vívido sobre sus pérdidas y su tragedia apareciera en las pantallas de televisión. Por otra parte', agregó, 'sabía que el vídeo constituía una devastadora confesión de culpa por parte de esa persona malvada'.

Lo único que ha explicado el Gobierno de Estados Unidos sobre la procedencia del vídeo es que fue hallado por alguien desconocido en un domicilio privado de Jalalabad. No se sabe si el autor del hallazgo lo entregó o lo vendió a las autoridades estadounidenses. Los técnicos que examinaron la cinta durante días, antes de publicarla, consideran que la cena en que Bin Laden realizó su relajada 'confesión' ante un interlocutor saudí, identificado como el jeque Sulaiman, y en compañía de uno de sus más estrechos colaboradores, el egipcio Ayman al Zawahri, se produjo el 9 de noviembre en algún lugar de Kandahar.

Dolor de los familiares

Bush acertó al prever que la emisión del vídeo causaría dolor a los familiares de las más de 3.000 víctimas. Algunos, como Michael Flocco, que perdió a su hijo de 21 años en el Pentágono, o Rob Hoey, que perdió a su padre en el World Trade Center, se negaron a mirar la televisión. Otros, como Nelly Colasanti, de 33 años, cuyo marido, Chris, falleció en el piso 105 de una de las Torres Gemelas, sí quisieron observar el contenido de la cinta. 'Bin Laden había calculado desde mucho antes del 11 de septiembre las posibilidades de que Chris muriera', comentó la viuda después de la emisión.

¿Sería el vídeo una prueba admisible en un juicio? Rudy Giuliani, alcalde de Nueva York y antiguo fiscal antimafia, no tuvo dudas: 'Es la confesión de un asesinato premeditado, un asesinato en masa', declaró.