Berlusconi asume la necesidad de un acuerdo sobre la 'euroorden'
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se prepara para aceptar una solución de compromiso que permita superar el veto impuesto por Italia a la 'euroorden'. Dicha solución pasaría, a tenor de lo declarado ayer por el ministro italiano de Justicia, Roberto Castelli, por una aceptación del mandato de arresto europeo en los delitos más graves, que abarcarían el terrorismo y la delincuencia organizada.
Es probable que Italia pida un retraso en la aplicación de la nueva normativa en otros delitos menores, condicionándolo a la reforma del propio sistema de Justicia, que Berlusconi se propone realizar en un plazo de seis meses. Renato Ruggiero, ministro italiano de Asuntos Exteriores, fue el encargado de allanar ayer el camino entre Bruselas y Roma, en vísperas de la reunión que celebrarán hoy, en Roma, Berlusconi y su homólogo belga Guy Verhofstadt en un intento de desbloquear el contencioso sobre la 'euroorden'.
Todo apunta a que en las últimas horas, el Gobierno de Italia ha reducido al mínimo la lista de los delitos sobre los que ha pedido que la nueva normativa se aplique con una prórroga. Estas nuevas propuestas fueron calificadas ayer por el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, de 'interesantes'. Piqué se mostró convencido, al igual que el ministro italiano de Interior, Claudio Scajola, de que se llegará a una solución del problema antes de la cumbre de Laeken, que se inicia el próximo viernes.
Nueva estrategia
Berlusconi, por su parte, reunió ayer a su Gobierno para analizar la nueva estrategia, que ha preparado durante el fin de semana en reuniones con abogados y asesores jurídicos. La polémica en Italia ha tocado techo, con una parte del Gobierno cada vez más euroescéptico y un sector minoritario que se muestra ansioso de encontrar un acuerdo que resuelva este contencioso, utilizado por la oposición para atacar al Ejecutivo y, sobre todo, al primer ministro.
Berlusconi conseguirá probablemente arrancar alguna pequeña modificación del texto original de la ley que introduce la 'euroorden', después del plante italiano del pasado jueves. El temor que asalta a Berlusconi, que tiene media docena de causas judiciales pendientes -una de ellas en España- es que 'algún fiscal de izquierdas' le coloqué de nuevo en una posición violenta, como le ocurrió en noviembre de 1994, cuando le llegó la notificación de que estaba siendo investigado por presunto soborno a la Guardia de Finanza, mientras presidía en Nápoles, en calidad de primer ministro italiano, una cumbre de la ONU sobre criminalidad organizada.
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