Berlusconi retira con condiciones su veto a la orden europea de detención

Italia dio marcha atrás en su decisión de vetar el acuerdo sobre el mandato de captura europeo, comprometiéndose ayer a firmarlo en la próxima cumbre de la UE que se iniciará el viernes en Laeken (Bélgica). Así lo anunciaron ayer en Roma el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y su homólogo belga, Guy Verhofstadt, tras sellar el acuerdo. El compromiso autoriza a Italia, antes de adoptar la euroorden, a proceder primero a una reforma constitucional 'en derechos fundamentales' y a una reordenación de su sistema judicial y procesal, lo que podría dilatar su entrada en vigor en el país.

Berlusconi confirmó este extremo al afirmar que espera adoptar el mandato europeo en 2004, 'pero tampoco pasa nada si se supera esta fecha'. Con esta decisión, Il Cavaliere mata dos pájaros de un tiro: resuelve a su favor el contencioso sobre la euroorden, que no será aplicada con efectos retroactivos ni obligatoriamente dentro del plazo fijado por los restantes 14 socios de la UE, y se dota de un aval europeo para reformar el sistema judicial italiano tal y como deseaba, separando las carreras de fiscal y de juez, y cancelando la norma actual que contempla la obligatoriedad de la acción penal.

Luciano Violante, portavoz de los Demócratas de Izquierda (ex PCI) en el Congreso y antiguo magistrado, reaccionó con dureza al acuerdo advirtiendo de que la Constitución no debe reformarse. La solución de Berlusconi a la crisis de la euroorden dejó desconcertada a la oposición que había pedido debatir la cuestión en el Senado, mañana jueves. En un primer comunicado de respuesta, la coalición de izquierda El Olivo se felicitaba por la 'marcha atrás' obligada del Ejecutivo, para expresar después su 'preocupación' por el intento de ligar el acuerdo europeo a una no precisada 'futura reforma constitucional en materia de Justicia'. En todo caso, El Olivo señala que 'Italia debe asegurar la entrada en vigor del acuerdo en armonía con los tiempos establecidos por los demás países'.

También el portavoz de los Demócratas de Izquierda en el Senado, Gabino Angius, pidió al Gobierno explicaciones sobre 'las modalidades y los tiempos a través de los cuales podrá ser efectivo y operativo el mencionado acuerdo'. 'No resulta claro', añadió Angius, 'de las afirmaciones del primer ministro, a qué se refiere cuando declara que hay que modificar la Constitución'. En realidad, Berlusconi precisó en la rueda de prensa con su homólogo belga 'que el Gobierno se someterá al Parlamento al carecer del mandato oportuno' para adoptar la nueva normativa europea. El primer ministro prevé, incluso la posibilidad de que se celebre un referéndum, 'si así lo decidiera el Parlamento', sobre la euroorden, que en Italia ha provocado una enorme polémica.

No sólo Forza Italia, partido de Berlusconi, y la Liga Norte de Umberto Bossi han hecho causa común contra una iniciativa que 'no garantizaba los derechos' de los ciudadanos italianos. También juristas y abogados de izquierdas, como Giuliano Pisapia, famoso por su defensa del líder del Partido de los Trabajadores Turcos, Abdalá Ocalan, se han opuesto a la euroorden, sobre todo en lo que respecta a los delitos de terrorismo. En el mismo grupo, contrario a la euroorden, se han juntado desde personajes como los ex jefes de Gobierno, Giulio Andreotti y Francesco Cossiga, hasta famosos miembros de la izquierda, como el profesor Toni Negri, y expertos juristas en un curioso batiburrillo.

'Hemos explicado lo que el sistema italiano de derechos y libertades garantiza al ciudadano y el primer ministro y la delegación belga han tomado nota de la situación de nuestra Constitución y de su ordenamiento jurídico', dijo ayer Il Cavaliere, señalando que será necesario hacerlo compatible con la orden de arresto europeo y con los otros sistemas judiciales. Berlusconi comparó el proceso de armonización judicial con el euro. 'Hay países que se han incorporado y otros que no han podido', dijo.

Satisfacción europea

La Unión Europea recibió ayer con satisfacción la noticia llegada desde Roma. Para la presidencia belga, se trata de una 'buena noticia', ya que, 'aparentemente', Italia acepta la euroorden en los mismos términos en los que era propuesta en el Consejo de ministros de Justicia e Interior del pasado 6 de diciembre, informa Gabriela Cañas. De la parte española no hubo en Bruselas reacción oficial a la espera de tener una información más precisa sobre la nueva posición italiana. Es probable que los otros 14 países miembros de la UE deban ahora analizar dicha posición antes de llegar a un acuerdo definitivo, que podría alcanzarse en alguna reunión ministerial esta semana antes del Consejo Europeo del viernes en Laeken-Bruselas.

El comisario de Justicia e Interior, António Vitorino, se felicitó de que la euroorden, que prevé la extradición automática al aprobar el reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales, cuente con el apoyo de todos los países miembros de la UE, y añadió: 'Estoy convencido de que la euroorden no es sólo un gran avance en la creación de un espacio de seguridad, libertad y justicia en Europa; también es un nuevo instrumento que supone un auténtico valor añadido europeo que nos permitirá combatir más eficazmente contra el crimen organizado'.