La Liga protesta en las calles de Milán contra la 'euroorden'

El ministro italiano para las Reformas, Umberto Bossi, encabezó ayer en Milán una manifestación de la Liga Norte contra los inmigrantes ilegales que se convirtió en una protesta contra la euroorden. Al final de la marcha intervinieron tanto Bossi como el ministro de Justicia, Roberto Castelli, en defensa de la posición del Gobierno italiano, que ha bloqueado la medida europea. 'Si no me hubiera opuesto, nos arriesgaríamos a ser detenidos por cualquier magistrado europeo de izquierdas', dijo el ministro, recordando que el racismo y la xenofobia pueden equipararse a los delitos de opinión, que se verán afectados por el mandato de arresto europeo.

También pronunció un pequeño discurso crítico con la euroorden el recientemente dimitido subsecretario de Interior, Carlo Taormina, que se declaró, 'absolutamente contrario', porque 'la libertad de los ciudadanos italianos sólo puede ser limitada por jueces italianos. Incluso en lo que se refiere al terrorismo', dijo.

La UE ha advertido ya a Italia de que está dispuesta a seguir adelante con la normativa judicial común aunque Roma se quede fuera. Existe todavía una oportunidad de acuerdo, que podría fraguarse en la reunión prevista para mañana en Roma, entre el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el primer ministro belga, Guy Verhofstadt. Pero no será fácil de alcanzar. Berlusconi está dispuesto a aceptar el espacio judicial común en delitos como los de terrorismo, pero insiste en que, antes de llegar a la euroorden en delitos como los del reciclaje de dinero negro y otros, hay que armonizar los códigos penales de todos los países.

En el Gobierno de Berlusconi se han abierto algunas fisuras como consecuencia de la posición defendida por Italia en este tema. Ni el ministro de Exteriores, Renato Ruggiero, ni el vicepresidente del Ejecutivo, Gianfranco Fini, están de acuerdo con la línea oficial del Ejecutivo. También el presidente de la República ha urgido a Berlusconi a que llegue a un acuerdo. 'Hay que superar los egoísmos nacionales', dijo Carlo Azeglio Ciampi en un escrito enviado a Bruselas.