El Ejecutivo de Pujol quiere voz propia en los Consejos de la UE

De 'edulcorada' y de 'media solución' calificó ayer la consejera de Gobernación catalana, Núria de Gispert, la propuesta socialista para que las comunidades autónomas dispongan de representación en las instituciones europeas, incluido el Consejo de Ministros. El Gobierno de Convergència i Unió (CiU) entiende que debe tener presencia propia en los consejos de ministros, en los comités sectoriales y en los grupos de trabajo de la Unión Europea (UE) cada vez que se discutan materias cuya competencia sea exclusiva de la Generalitat, como por ejemplo Agricultura o Cultura.

De Gispert rechazó también la pretensión del Gobierno central de legislar la representación autonómica en la UE a través de la controvertida Ley de Cooperación. 'Esta ley nació muerta y nosotros no la queremos, porque creemos que el proceso autonómico no se ha terminado, sino que estamos justamente en el ecuador', manifestó la consejera. Los nacionalistas abogan por explorar otros mecanismos como por ejemplo modificaciones legislativas o un acuerdo político bilateral entre ambos gobiernos, central y autónomo, o consensuado entre el resto de comunidades siempre que el pacto satisfaga plenamente las demandas de Convergència i Unió.

Presencia directa

'Cataluña ha de participar en la toma de decisiones y debe tener una presencia directa [en la UE] no compartida con el resto de comunidades', manifestó la consejera democristiana, en contra de lo que plantea la propuesta de Extremadura. Aunque valoró de forma positiva los grupos de trabajo creados por la Conferencia para Asuntos Relaciones con las Comunidades Europeas, De Gispert precisó que las 'expectativas son muy pobres'.

El Departamento de Gobernación catalán está ultimando la redacción de un documento, que presentará próximamente al Ejecutivo de José María Aznar, en el que fija el nivel de autogobierno que quiere alcanzar y las competencias susceptibles de traspaso a Cataluña. Según De Gispert, este documento va mucho más allá que el pactado entre las tres fuerzas de izquierda catalana, socialistas, Esquerra Republicana e Iniciativa-Verds, aunque reconoció -como la totalidad de dirigentes de CiU- que la mayoría absoluta del PP representa un freno a cualquier avance en materia de autogobierno en Cataluña.

El informe también incluirá las reclamaciones de los nacionalistas en cuanto a la articulación de la presencia catalana en la UE. De Gispert agregó que, en este tema, el Gobierno catalán está al lado del vasco en su demanda de vincular la renovación del cupo con su directa participación en los consejos de ministros de carácter económico, tal y como sucede, por ejemplo, con el Ejecutivo belga. De Gispert también abogó por mejorar los mecanismos de coordinación entre el Gobierno y las autonomías a través de las conferencias sectoriales.