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Bush exige a Arafat una acción decisiva para acabar con el terrorismo palestino

Ariel Sharon interrumpe su visita de cinco días a Estados Unidos para regresar a Israel

Yasir Arafat tiene que 'encontrar a quienes matan israelíes inocentes y debe sentarlos ante la justicia', advirtió ayer George W. Bush al presidente palestino. Bush canceló su descanso dominical en su residencia de Camp David para adelantar 24 horas su encuentro en la Casa Blanca con Ariel Sharon y permitir el regreso precipitado del primer ministro israelí. EE UU abogó por un freno inmediato a la violencia, aunque no pidió explícitamente a Israel moderación en su respuesta militar a los atentados. EE UU exige a Arafat una acción decisiva contra organizaciones como Hamás o Yihad.

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Bush estaba en Camp David y Sharon en Nueva York cuando ocurrieron los atentados. El primer ministro de Israel canceló su visita de cinco días a EE UU, pero decidió hacer escala en Washington para reunirse con Bush en la Casa Blanca 24 horas antes de lo previsto. Tras el encuentro emprendió el viaje de regreso a Israel sin realizar declaraciones ante los periodistas.

Antes de reunirse con Sharon, Bush condenó los 'actos asesinos' en Israel y descargó parte de la responsabilidad en la falta de determinación del liderazgo palestino en la lucha antiterrorista: 'Éste es un momento en el que los defensores de la paz deben ponerse en pie y luchar contra el terror. Arafat tiene que hacer todo lo que esté en su mano para encontrar a quienes han matado israelíes inocentes y llevarlos ante la justicia', comentó en los jardines de la residencia presidencial.

Horas antes, su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, había criticado abiertamente a Arafat por su supuesta falta de dedicación a la lucha contra los extremistas palestinos: 'Arafat no es un líder especialmente fuerte. No me consta que controle la situación entre los palestinos. Ni siquiera ha conseguido nada para ellos. Su historial no me impresiona nada', aseguró sin ningún tipo de tapujos Rumsfeld en la cadena de televisión NBC.

En cambio, el secretario de Estado, Colin Powell, siempre mucho más diplomático, reconoció que Arafat 'no puede controlar a todos los fanáticos palestinos o a alguien que vaya a cometer un atentado suicida, pero tiene que ejercer más control', aseguró.

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Powell hizo esta interpretación política de los atentados: 'No han sido sólo un ataque contra israelíes inocentes y un terrible acto de terror. También ha sido un ataque contra Arafat, contra su autoridad. Ha sido un ataque contra el liderazgo palestino y ha sido un ataque que Yasir Arafat no puede pasar por alto'

Aunque Powell pidió un freno inmediato a la violencia, no hizo un llamamiento explícito a Israel para que modere su posible respuesta militar a las acciones terroristas: 'No vamos a decirle a Sharon lo que debería hacer'. El secretario de Estado insistió en que ambas partes 'deben meditar sobre las consecuencias de lo que pueden hacer ahora'.

A Powell le correspondió contactar con Arafat para trasladarle la presión de la Casa Blanca: 'Le dije que tiene que actuar en consonancia con lo que ha ocurrido. Tiene que ir a por las organizaciones que llevan a cabo estos actos de terror'. Y el jefe de la diplomacia estadounidense añadió después: 'Creo que tiene un nivel de control que le permitiría hacer más de lo que está haciendo ahora'.

Incumplimiento de Oslo

Benjamín Netanyahu, antiguo primer ministro de Israel que se encuentra también de visita en Estados Unidos, culpó a Arafat de 'no usar las 50.000 armas que le dimos en función de los acuerdos de Oslo para luchar contra el terrorismo. No está usando ni uno solo de esos rifles para perseguir a los terroristas'.

Orrin Hatch, un senador republicano que forma parte del Comité de Inteligencia, llegó a culpar a Arafat de 'colaborar con los terroristas' por su falta de interés en combatirlos. La escalada de violencia también se interpreta en EE UU como un esfuerzo abierto por entorpecer el trabajo del nuevo enviado de Washington a la zona, el general retirado Anthony Zinni.

Un miembro de la delegación que viajaba con Sharon aseguró que los ataques 'han sido obviamente un intento palestino de sabotear la misión de Zinni y su trabajo en aras de un alto el fuego'. El plan estadounidense exige, entre otras cosas, un periodo de paz que excluya la construcción de nuevos asentamientos israelíes antes de negociar concesiones por ambas partes.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, departe con el presidente de EE UU, George Bush, en la Casa Blanca.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, departe con el presidente de EE UU, George Bush, en la Casa Blanca.REUTERS

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