Osona inicia el primer plan de gestión de purines con una inspección
El Consejo Comarcal de Osona ha visitado ya 1.300 explotaciones ganaderas de la comarca (el 68%) para conocer la cantidad de tierras de que disponen, su capacidad, la producción y cantidad de deyecciones ganaderas que pueden destinar a abono agrícola y el excedente que les queda. Esta tarea se enmarca en el Plan de Gestión de Purines que han de desarrollar las seis zonas de Cataluña afectadas por contaminación de purines. El de Osona es el primero de estos planes que ha entrado en vigor. La segunda fase abordará caso por caso el problema de los purines.
La comarca de Osona tiene un excedente de deyecciones ganaderas de 857.000 metros cúbicos por año. Esta cantidad no se puede utilizar como abono porque la saturación de los terrenos agrícolas ha provocado la contaminación de tierras y acuíferos. Pese a que en Cataluña se produce un excedente de purines de 3,1 millones de toneladas anuales, hasta julio de este año no disponía de una normativa base al respecto.
En aplicación de la primera fase del plan en Osona se han visitado ya 1.300 explotaciones, con el objetivo de hacer un registro. El resultado indica que el 65% de las explotaciones son pequeñas y tienen el 24% del ganado. El 28% son medianas y disponen del 46% de la cabaña ganadera, mientras que un 6% de grandes explotaciones y un 1% de muy grandes son propietarias del 30% restante. Los técnicos encargados del programa han empezado también las negociaciones con los ganaderos y grandes productores en los que se ha detectado una situación de desequilibrio entre propiedad de tierras susceptibles de ser abonadas con purines y cantidad de purín que producen.
Plantas de cogeneración
La principal baza de la Generalitat para resolver el problema de los excedentes es tratarlos en plantas de cogeneración. En total se prevé la construcción de 25 en toda Cataluña. Una de las dos plantas de este tipo que han entrado en funcionamiento hasta ahora se encuentra en la comarca de Osona, en Les Masies de Voltregà. El mal funcionamiento de la instalación y las molestias que causa a los vecinos han impedido su funcionamiento completo y, dos años y medio después de su apertura, tan sólo ha tratado entre el 40% y el 50% de purines previsto.
Pese a ser el método más barato para tratar el excedente de purines, el Consejo Comarcal empieza a apostar por otros sistemas menos conflictivos como el transporte de larga distancia del excedente, tratar las deyecciones en depuradoras, reducir el censo de ganado hasta encontrar una solución o fomentar el tratamiento individual del purín con métodos tradicionales. También se está negociando con cuatro grandes productoras para que creen sus propias depuradoras biológicas y se ha solicitado una subvención de la Unión Europea para instalar 11 miniplantas de tratamiento individual de diferentes tecnologías.
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