La OTAN y Rusia preparan un nuevo organismo de seguridad
Putin: 'Moscú no está en la cola para ingresar en la Alianza'
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el secretario general de la OTAN, George Robertson, tantearon ayer el terreno en busca de una mayor colaboración entre Moscú y la Alianza Atlántica que sea capaz de integrar las realidades surgidas después del 11 de septiembre. Los argumentos esgrimidos en público por uno y otro interlocutores parecen indicar que la situación evoluciona más deprisa de lo que ambos podían prever hace tan sólo semanas.
'Por una parte, Rusia no está en la cola para ingresar en la OTAN, pero, por la otra, está dispuesta a desarrollar sus relaciones hasta donde la Alianza Atlántica esté preparada', dijo Putin. Con esta fórmula, que evoca las adivinanzas de los cuentos populares rusos, el líder del Kremlin parece dejarse abiertas todas las posibilidades, al tiempo que sitúa la iniciativa en el campo de Bruselas.
El día anterior, Robertson había dicho a la agencia Reuters que la Alianza y Moscú iban a estudiar 'con cierta urgencia' el plan británico para que Rusia se incorpore a un nuevo organismo y debata determinados temas de seguridad en pie de igualdad con los 19 miembros de la Alianza. Robertson daba por supuesto que Moscú tendría derecho de veto en el nuevo organismo, aparentemente dentro del repertorio temático que constituyan sus futuras competencias. Putin, sin embargo, dijo ayer a Robertson que Rusia 'no estaba intentando tener el veto sobre las actividades de la OTAN', según explicó el secretario general tras una reunión mucho más larga de lo previsto.
Hasta hace poco, el derecho de veto sobre las decisiones de la OTAN, especialmente sobre una segunda fase de ampliación que se tomará en 2002 en la cumbre de Praga, hubiera sido el colmo de los sueños de la política oficial rusa. La información disponible no permite dilucidar si el veto al que ha aludido Robertson es poco interesante para Rusia por tener un carácter limitado, o si Putin tiene ahora otros intereses. Según Robertson, el presidente no estaba tratando de buscar un método para entrar en la OTAN ni 'por la escalera de servicio' ni por la 'puerta principal'. Además, Rusia no intenta 'ni frenar ni neutralizar' el trabajo que hace la OTAN, según le dijo Putin a Robertson.
Decisiones por consenso
El nuevo organismo, propuesto por el primer ministro británico, Tony Blair, reemplazaría el actual modelo de 19 más 1, vigente en el consejo entre Rusia y la OTAN, un organismo consultivo que fue creado en 1997 y que resulta insuficiente para el nivel de colaboración actual. El nuevo organismo, que, según Robertson, podría llamarse 'Consejo de la Cooperación del Atlántico del Norte', tomaría sus decisiones por consenso entre los 20 países en una serie de ámbitos por definir. Entre ellos podrían estar el terrorismo, las misiones de pacificación y las operaciones de rescate.
La colaboración entre Rusia y la OTAN debe incluir el estudio de pasos conjuntos para elaborar una defensa antimisiles de tipo táctico tal como propone Rusia, dijo Robertson, según la agencia Itar-Tass. El Tratado contra Misiles Balísticos, las medidas para prevenir la difusión de armas de destrucción masiva y la situación en los Balcanes y en el Cáucaso fueron objeto de la conversación que el secretario mantuvo con Putin ayer en el Kremlin.
El presidente opinó que las relaciones entre Rusia y la OTAN se desarrollan de forma muy enérgica, y otros funcionarios gubernamentales rusos, desde Vladímir Ruishalo, secretario del Consejo de Seguridad, al ministro de Exteriores, Ígor Ivanov, pasando por el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, se mostraron partidarios de crear un nuevo marco. A juzgar por la información disponible, ninguno de ellos fue muy lejos en los detalles concretos sobre el nuevo diseño.
Paralelamente a la estancia de Robertson en Rusia, se reunió en Moscú el grupo de trabajo formado por el Parlamento ruso y la Asamblea parlamentaria de la OTAN. Los diputados rusos tenían gran interés por las propuestas de Blair, según informó Rafael Estrella, el presidente de la asamblea parlamentaria de la OTAN. Estrella se mostró sorprendido por la rápida evolución de las relaciones entre ambas entidades. Rusia, que hasta hace poco sólo quería hablar de los Balcanes en el campo de los temas de seguridad regional, se muestra ahora abierta a una reflexión común sobre el Cáucaso y Asia Central. La 'voluntad política' para mejorar la calidad de la relación es un hecho, dijo, por su parte, Ígor Ivanov.
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