El proceso a Menem
Al declarar incorrecta la aplicación de la figura penal de la asociación ilícita en la causa contra Carlos Menem por el presunto contrabando de armas, la Corte Suprema de Justicia ha cerrado un capítulo judicial altamente controvertido, que amenazaba con convertirse en fuente de intranquilidad pública. (...) El juicio a un ex presidente difícilmente puede escapar a la influencia de factores políticos. El procesamiento de (...) Menem como presunto jefe de una asociación ilícita (...) pareció responder más, desde el comienzo, a intenciones políticas que a una rigurosa aplicación del derecho. (...) En un sentido o en otro, pues, el caso Menem es visto con sospecha: se supone que existieron presiones para que se lo procesara y se teme ahora que hayan existido influencias en favor de su liberación. El hecho de que no se pueda juzgar a un ex presidente sin que el ánimo público alimente suspicacias o interpretaciones malévolas pone de manifiesto hasta qué punto la sociedad argentina sigue mirando con desconfianza a sus instituciones. (...) Es objetable que el fallo de la Corte haya incluido expresiones descalificatorias sobre la actuación de la Sala II de la Cámara Federal Penal de la Capital. (...) Finalmente, no puede dejar de apuntarse que, más allá de lo que finalmente decida la justicia, se percibe ya en la sociedad un cierto sabor amargo, causado por la generalizada sospecha de que la Administración presidida por Menem adoleció de severas fallas éticas y dio motivo a actos de corrupción. Pero es sabido que las sensaciones colectivas no bastan para fundar un fallo judicial.
Buenos Aires, 22 de noviembre
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