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Los alcaldes de Osona retiran su apoyo a las incineradoras de purines

El consejo comarcal pretende cerrarlas

Los alcaldes de la comarca de Osona han dejado de apoyar incondicionalmente las plantas de incineración y secado de purines (excrementos de porcino) como la que ya funciona en Les Masies de Voltregà, cuya pestilencia ha provocado las constantes protestas de los vecinos. El consejo comarcal ha lanzado un ultimátum: o la planta depura correctamente sin causar molestias o se hará todo lo posible para cerrarla.

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Pestilencia

La paciencia mostrada por el Consejo Comarcal de Osona, presidido por el convergente Enric Castellnou, desde la apertura de la planta -inaugurada por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el 3 de mayo de 1999- ha llegado a su límite coincidiendo con la llegada al Departamento de Medio Ambiente de Ramon Espadaler, natural de Osona y militante de UDC.

'En estos momentos no estoy seguro de que el Consejo Comarcal de Osona continúe apoyando la planta de tratamiento de purines de Les Masies del Voltregà', dijo Castellnou a los demás alcaldes de la comarca, mayoritariamente convergentes. El consejo comarcal hablaba así, por primera vez, alto y claro sobre el cierre de la citada planta, una instalación que debía tratar el excedente de deyecciones ganaderas de la comarca y que está contaminando las aguas subterráneas.

Dos años y medio después de su apertura, continúan las constantes quejas vecinales a raíz de las molestias que provocan las emisiones de la instalación. Han sido unos meses de negociaciones con la empresa y de pequeñas modificaciones del sistema de tratamiento de purines para intentar zanjar el problema del mal olor, pero éste persiste. Y mientras tanto, la depuración de purines no ha alcanzado el volumen previsto ya que la planta no ha funcionado prácticamente nunca al 100% de su capacidad.

Finalmente lo insostenible de la situación ha sido reconocido por el consejo comarcal, que hasta ahora ha intentado lograr el buen funcionamiento de la planta para ayudar a los ganaderos de la comarca. Este organismo está buscando un proceso administrativo que permita cerrar la planta si la empresa no consigue depurar purines sin molestar a los vecinos. Pero cerrar la planta no será una tarea fácil. Jurídicamente se trata de una empresa legalizada y no hay suficientes elementos para ordenar el cierre.

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Hasta ahora, todas las pruebas analíticas de emisiones que se han realizado muestran índices de contaminación inferiores a los máximos establecidos. Sin embargo, el alcalde de Les Masies de Voltregà, Estanis Criballés (CiU), ha denunciado estas mediciones asegurando que 'se han registrado puntas que superan los límites, pero como después se dividen los resultados por 24 horas, los resultados finales quedan dentro de la ley'.

Criballés está convencido de que las emisiones no son inocuas porque provocan irritaciones en la garganta. El alcalde, que no ha dejado de recibir críticas y acusaciones de sus vecinos desde la apertura de la planta, advirtió a los otros alcaldes: 'No os dejéis engañar'. 'No estoy hablando de mala intención por parte de organismos oficiales como la Generalitat o el consejo comarcal, pero sí de adoptar propuestas a ciegas', añadió. La opinión de Criballés sobre Guascor -la empresa que gestiona la planta- es que 'si no hubo mala intención, sí una ignorancia total sobre lo que iban a hacer'.

La segunda planta de tratamiento de purines de la comarca de Osona, situada en Sant Martí Sescorts, de las mismas características que la primera, está ya terminada y debía empezar a funcionar el pasado mes de septiembre, pero no se pondrá en marcha mientras que no se solucionen los problemas que afectan a la de Les Masies de Voltregà.

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