_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Frenazo económico

Las previsiones de la Comisión Europea, expuestas ayer por el comisario Pedro Solbes, han confirmado la profunda desaceleración que están registrando las economías europeas. La tasa de crecimiento que se anticipa para el área del euro (1,6% al término de este año y 1,3% en el próximo) reconoce el brusco frenazo en la actividad económica respecto a las previsiones optimistas de abril y rectifica la errónea apreciación defendida entonces de que la desaceleración de la economía estadounidense tendría 'consecuencias limitadas' en Europa. En este trasfondo depresivo, la economía española sale relativamente bien librada: cerrará el año con un crecimiento del 2,7%, se proyecta un 2% para el próximo (nueve décimas por debajo de la previsión oficial del Gobierno) y a partir de 2003 se recupera el ritmo con un 3,2%. El principal pagano será el empleo, ya que la tasa de paro (la más alta de los países de nuestro entorno) no bajará del 13% durante este año y el próximo.

Las instituciones económicas nacionales e internacionales carecen de poderes proféticos, pero tienen la estimable virtud de corregir sus propias previsiones al ritmo que establecen los indicadores. A la luz de los últimos informes coincidentes de la OCDE y de la Comisión Europea, no cabe duda de que la desaceleración ha desembarcado en Europa y se mantendrá aquí al menos durante los próximos 12 meses. Cabe esperar que las autoridades económicas españolas se bajen de la nube que crearon en julio y revisen sus increíbles proyecciones para el año próximo, tercamente mantenidas como soporte de los devaluados Presupuestos Generales del Estado que discuten las Cortes.

Puesto que tanto Rodrigo Rato como Cristóbal Montoro ya han admitido que revisarán las proyecciones macroeconómicas, la cuestión ahora es comprobar si la revisión se aproximará a las proyecciones de la Comisión Europea o, por el contrario, se limitarán a un tímido reconocimiento formal de que las cosas no van a ir tan bien como sostiene el triunfalismo oficial. De nada servirá que los departamentos de Economía y Hacienda varíen sobre el papel las cifras del cuadro macroeconómico si al mismo tiempo no sacan las conclusiones adecuadas en el capítulo de ingresos presupuestarios para el año próximo y, en consecuencia, no revisan las cuentas públicas. La insistencia de ambos en que 'se revisarán las previsiones, pero no la política económica', hace temer lo peor: que se impondrá el principio de que, si la realidad atenta contra los deseos del Gobierno, peor para la realidad.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_