Un plan en cinco puntos

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la semana pasada una resolución que respalda las propuestas presentadas un día antes por el representante especial de la ONU para Afganistán, el argelino Lakhdar Brahimi.

La rapidez en pasar la resolución ha tenido mucho que ver con el hecho de que, en las horas intermedias, los talibanes se retiraran de Kabul y abrieran el paso a las fuerzas de la Alianza del Norte.

El plan, que puede resumirse en cinco puntos, incluye:

- 1. Una conferencia de todos los grupos afganos para adoptar pasos concretos que pongan fin a la guerra civil en el país. Ésta es la reunión que la ONU quiere convocar la semana que viene en Ginebra.

- 2. La formación de un consejo provisional que reúna a todas las facciones afganas. Este punto anula de forma definitiva el acuerdo que al respecto alcanzaron el rey Mohamed Zahir Shah y la Alianza del Norte.

- 3. El nombramiento de un Gobierno interino por un plazo máximo de dos años. En este Ejecutivo, la ONU quiere que estén representados los principales grupos étnicos que conforman el mosaico afgano.

- 4. La convocatoria de una Loya Jirga, o gran asamblea tribal, que apruebe la Administración provisional, su programa de acción y sus propuestas en materia de seguridad.

- 5. Una segunda Loya Jirga que redacte una Constitución y apruebe un nuevo Gobierno, con lo que se pondría fin a la etapa transitoria.

Después de 10 años de esfuerzos, la ONU logra por fin poner en marcha un proyecto de solución política que cuenta con el respaldo de toda la comunidad internacional. Brahimi trata de impulsar un proyecto de Gobierno de transición representativo de todas las fuerzas políticas y étnicas del país.