Clases en castellano
En relación con recientes noticias publicadas en este diario, la Asociación Dama de Guardamar manifiesta la legalidad de su actuación al presentar una solicitud en un organismo oficial y la obligatoriedad de cualquier funcionario a darle registro de entrada. Es un poco sospechoso que diputados y sindicatos desconozcan la Ley de Procedimiento Administrativo.
Denunciamos la utilización de nuestra asociación con fines partidistas: haciendo pensar que pertenecemos al PP (nuestra asociación es plural, apolítica y democrática) y revelando un hecho muy doloroso: el divorcio que existe entre políticos y ciudadanía; todos los partidos políticos deben apoyar una reivindicación constitucional como la nuestra. La política real debe atender y defender los derechos de los ciudadanos, y no dedicarse a desarrollar una guerra sucia contra todo lo que no represente sus intereses. Señor Esteve: no hemos fracasado en el intento de suprimir el PIP, nunca ha sido nuestra intención, si fracasamos, ya se verá, será en el intento de añadir otra línea de enseñanza (castellano como lengua vehicular) a las que ya hay (PIP y valenciano).
Señor Romans: ninguno de nosotros ha sentido xenofobia hacia nadie ni hacia el valenciano, de muchos sí hemos sentido xenofobia hacia nosotros y hacia el castellano. Xenófobo es el que cree que por vivir en un territorio sus habitantes tienen que hablar su misma lengua; hablamos las personas y no los territorios. Aquí no hay ningún caldo de cultivo contra nada, en Guardamar del Segura vivimos más de 7.000 castellanohablantes que estamos siendo despreciados por tener como seña de identidad cultural el castellano. Creíamos que los tiempos de 'la letra con sangre entra' ya habían acabado. Al señor Amorós le resulta intolerable este caso; imagine lo intolerable que nos resulta a más de 400 padres la imposición a nuestros hijos, no de aprender el valenciano, que consideramos positivo, si no a recibir las clases en valenciano, discriminando nuestra lengua materna y a la propia LUEV, que habla de voluntariedad y gradualidad. Le recordamos palabras del señor Lerma: '... no es bueno imponer el valenciano', '... la normalización lingüística es una cuestión de sensibilidad social'. ¿Va usted a atendernos o sólo le interesa la ley y desprecia la sensibilidad de miles de ciudadanos? Hable con el señor Zapatero, tiene un dossier de nuestro problema. Hay que enterarse sobre lo que se opina. Lean los Derechos del Niño y la Jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Atrévanse, políticos y sindicalistas, defiendan un derecho humano y constitucional. Tengan un gesto que les honraría: atiendan a los ciudadanos.-
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