El Ejército israelí asalta un pueblo y mata a un líder de Hamás

El Ejército de Israel llevó a término ayer una nueva incursión de castigo contra un pueblo palestino. Las tropas entraron en Tell, el baluarte más importante de Hamás en Cisjordania, para matar a un dirigente fundamentalista, capturar a 45 vecinos y dinamitar una casa. Ésta es la tercera operación de esas características que llevan a cabo los soldados israelíes contra poblaciones palestinas en menos de dos semanas.

Soldados de infantería, fuerzas especiales, miembros de los servicios secretos disfrazados de árabes -mustarabim-, protegidos por tanques, blindados y helicópteros, irrumpieron ayer, a las tres de la madrugada, en el pueblo de Tell, situado en el norte de Cisjordania, entre Yenín y Tulakarem, para llevar a término una operación de castigo en venganza por la muerte de un israelí que horas antes había sido tiroteado en las puertas de un mosav, una granja colectiva.

Las tropas rodearon el pueblo, para iniciar a continuación un recorrido calle a calle, casa a casa, hasta localizar el domicilio de un dirigente del movimiento fundamentalista Hamás: Mohamed Hassan Reihan, de 25 años, supuesto autor del asesinato de dos colonos hace tres años. El líder integrista resultó muerto en la operación. Según los israelíes, el activista murió en el transcurso de un enfrentamiento con los soldados, pero fuentes palestinas aseguran que Reihan fue asesinado a sangre fría en el interior de su casa, ante su mujer y sus hijos, para después arrastrar su cuerpo por la calle, impidiendo el acceso al lugar de un médico.

En el transcurso de la operación militar, que duró casi 12 horas, los soldados israelíes capturaron además a otros 45 vecinos, en su mayoría militantes de la Yihad Islámica, Hamás y Al Fatah, quienes fueron trasladados a zona israelí después de haber sido interrogados. Antes de retirarse del pueblo, las tropas dinamitaron la casa de los padres de Yasir Asira, un militante de Hamás asesinado hace 10 días con un misil israelí lanzado desde un helicóptero cuando, según el Ejército, se dirigía al interior de Israel para cometer un atentado. Varias casas más fueron saqueadas y dañadas.

Hace poco más de dos semanas, las tropas de Israel invadieron en una operación similar el pueblo de Beit Rima, en la misma zona, para matar a nueve activistas y capturar a una docena más. La operación de Beit Rima sirvió de ensayo general para una serie de operaciones similares contra otros pueblos palestinos bajo control pleno del Gobierno de Yasir Arafat. La última de las poblaciones tomadas al asalto fue Arakeh, el sábado, donde los soldados capturaron a 12 militantes de partidos radicales.