Los talibanes huyen al sur
Las tropas de los talibanes se repliegan hacia Kandahar, el feudo de su líder espiritual
El clérigo Abdul Salam Zaif perdió la sonrisa hace una semana. Recibió un toque de atención del Ministerio de Exteriores paquistaní y desde entonces no ha vuelto a hablar con la prensa. Anoche, sin embargo, el único embajador del régimen talibán se apresuró a negar que sus fuerzas estuvieran retirándose de Kabul. Algunos observadores opinan que es una mera táctica.
'Esa noticia es falsa y carece de base que los talibanes estén abandonando Kabul', declaró Zaif a la Afghan Islamic Press, una agencia de noticias basada en Peshawar (Pakistán) y muy próxima al régimen rigorista. 'Hemos decidido defender Kabul', aseguraba su portavoz más visible. Sin embargo, las informaciones que llegaban desde la capital afgana indicaban otra cosa.
Zaif reconoció que la Alianza del Norte había logrado algunas conquistas territoriales, pero insistía en que los talibanes habían conseguido frenar su avance. 'Es cierto que la oposición ha roto nuestra línea de frente y avanzado hacia Kabul. Sin embargo, los talibanes han reforzado otra línea de defensa y han parado su ofensiva', declaró el embajador.
Los escasos periodistas presentes en la ciudad daban cuenta de una salida en masa de milicianos talibanes. Subidos en carros de combate, en transportes blindados y en todo tipo de camionetas, los enturbantados emprendían el camino del sur a medida que caía la noche y llegaban noticias de la proximidad de las tropas de la Alianza del Norte. Según fuentes periodísticas que se hallaban en ese frente, las fuerzas antitalibán se hallaban a última hora de ayer a menos de 16 kilómetros al norte de Kabul.
El destino de las docenas de vehículos que abandonaban la capital era Kandahar, el feudo del movimiento talibán y de su líder, el jeque Mohamed Omar. La segunda mayor ciudad de Afganistán, después de Kabul, sufre desde hace siete semanas intensos bombardeos que la han vaciado del 80% de su población, pero puede convertirse en el último reducto de los talibanes.
De todas formas, observadores políticos y analistas militares mostraban anoche su sorpresa por la rápida retirada de la milicia talibán, casi sin oponer resistencia. Algunas fuentes hablaban de 'retirada táctica'. Ésa era la opinión del general Hamid Gul, ex responsable de los servicios secretos paquistaníes y una de las figuras más críticas con el apoyo de su país a Estados Unidos. 'Existe la posibilidad de que decidan retirarse de la capital', ha asegurado tras mostrarse convencido de que los talibanes tenían la capacidad de defenderla.
'La guerra en Afganistán siempre se ha luchado cuando el país estaba en las últimas... Los norteamericanos cometen un serio error si piensan que sólo los talibanes están contra ellos', mantiene Gul.
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