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GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

Estado palestino, pero sin Hamás ni Hezbolá

Enric González

Oriente Próximo es parte del problema y parte de la solución. El terrorismo islámico utiliza la causa palestina como argumento y Europa insiste ante Estados Unidos en que la pacificación de la zona suavizaría las tensiones en el mundo árabe.

George W. Bush enunció ayer, tras una semana de intensas presiones europeas y musulmanas para que lanzara una nueva iniciativa, las líneas básicas de su estrategia: está dispuesto a acelerar la creación de un Estado palestino, pero antes debe desaparecer el terrorismo local. Eso implica que organizaciones como Hamás o Hezbolá, respetadas por gran parte de las autoridades y poblaciones musulmanas, deben desaparecer o transformarse.

El Gobierno de Estados Unidos, afirmó Bush, 'sigue firme en su compromiso de alcanzar una paz justa en Oriente Próximo. Trabajamos para que llegue el día en que dos Estados, Israel y Palestina, convivan pacíficamente dentro de fronteras seguras y reconocidas, tal como reclaman las resoluciones del Consejo de Seguridad'. 'Haremos todo lo que podamos para que ambas partes vuelvan a negociar. Pero la paz', precisó, 'sólo llegará cuando todos hayan abandonado para siempre la violencia y el terror'.

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Bush dijo que 'no existe el buen terrorista' y que 'ninguna aspiración nacional, ninguna injusticia pasada puede justificar el asesinato deliberado de un inocente'. En otro pasaje de su intervención, Bush aseguró que su país recordaría 'siempre' a quienes 'aplaudieron los atentados', en referencia al júbilo expresado el 11 de septiembre por algunos sectores de la población palestina.

Esas imágenes callejeras fueron terriblemente perjudiciales para la causa del presidente Yasir Arafat y de los palestinos. Cuando la Casa Blanca anunció que Bush no se entrevistaría con Arafat, el presidente de la Autoridad Palestina consideró la posibilidad de no viajar a Nueva York. Pero ayer ocupó su asiento en el hemiciclo de la ONU y escuchó el discurso de Bush.

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El mensaje que Washington le ha hecho llegar exige un gran esfuerzo: desvincularse de organizaciones que, como Hezbolá, Hamás o el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), son muy populares entre su gente. Para la Casa Blanca, Hezbolá no es sólo un grupo que gestiona escuelas, cosa que es cierta; también es un grupo terrorista. Si la violencia desaparece, sugiere Bush, podrá exigir a Israel que haga nuevas concesiones.

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