La UE combatirá con más rigor el contrabando de bienes culturales
El contrabando de obras de arte por el continente europeo es un negocio que mueve miles de millones de euros cada año. Se calcula que anualmente se roban, de museos e iglesias sobre todo, unos 60.000 objetos. Para combatir con más eficacia este delito, los ministros europeos de Cultura se comprometieron el lunes a reforzar las medidas de cooperación judicial, policial y aduanera para evitar que salgan ilícitamente del territorio de un Estado miembro estos bienes de gran valor cultural. El objetivo último es que la obra que haya sido sustraída ilegalmente sea restituida a su lugar de origen.
El reglamento adoptado ayer por los responsables de Cultura de la UE presenta, esencialmente, tres medidas para combatir este delito. Primero, se quiere instaurar un sistema de seguimiento o de rastreo que permita controlar los movimientos de las obras culturales. Segundo, se pretenden mejorar las técnicas de archivo en bases de datos de los bienes culturales para tener un elenco exacto de las mismas. Y tercero, el objetivo último es estrechar la cooperación en materia policial y aduanera entre los distintos países europeos para perseguir con más eficacia el tráfico ilegal de bienes culturales. Es decir, se busca al mismo tiempo proteger los bienes culturales y garantizar que puedan circulan libremente por el territorio de la UE bajo unas mínimas condiciones de seguridad. Hasta la fecha, las medidas adoptadas a escala europea contra el contrabando de obras de arte no han dado mucho fruto.
Los Quince también mostraron su voluntad para abordar en común los aspectos ligados a la industria cinematográfica europea con el objetivo de que sea capaz de competir con el cine norteamericano a la vez que se preserve y refuerce la diversidad cultural que caracteriza a los países de la UE. 'Para hacer cine hacen falta medios financieros y también para evitar que se creen guetos culturales a través de estas obras', declaró el ministro belga de Cultura y presidente de turno de la UE.
Sin embargo, a pesar de estas decisiones, se han producido acusaciones orientadas hacia la Comisión Europea de no ejercer el poder de iniciativa que le confiere el Tratado de la UE. 'Existe un vacío importante y llega en un momento en el que la cultura puede desempeñar un papel vital para el entendimiento de los pueblos', dijo un diplomático. Algunos países están empezando a plantearse incluso la posibilidad de cerrar la puerta que permite a Bruselas presentar propuestas concretas.
Babelia
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