_
_
_
_

La CIA perdió el 11-S su principal oficina secreta en la Costa Este

La agencia tenía un centro de espionaje en el World Trade Center

En su puerta figuraba el nombre de otra agencia federal, pero detrás se escondía uno de los centros de operaciones más importantes de la CIA en la Costa Este de Estados Unidos. Estaba en el número 4 del World Trade Center, ahora es tan sólo un montón de escombros donde yacen miles de documentos confidenciales que equipos especiales están tratando de recuperar. A medida que avanzan las obras, las Torres Gemelas van desvelando sus secretos.

Más información
Correspondencia esterilizada
Emboscada para la Delta Force
EE UU atacará en el Ramadán pese a la petición de Musharraf
Más de 4.000 paquistaníes se han unido a las filas de los talibanes
La Liga Árabe descalifica el último mensaje de Bin Laden
Congreso y Senado de EE UU se enfrentan por la seguridad aérea
La agencia atómica de la ONU cree que hay peligro de un ataque nuclear
EE UU pide reforzar el Tratado de Armas Biológicas que no firmó en junio

Sus kilómetros de sótanos albergaban desde reservas de oro, material de los servicios secretos y cientos de armas requisadas por las aduanas. Ya se sabía que la CIA tenía una oficina en el World Trade Center, lo que se ignoraba era su importancia. El centro se dedicaba esencialmente a espiar a diplomáticos extranjeros, sobre todo rusos, personal de la ONU y empresarios, informó ayer The New York Times. Algunos de sus agentes se hacían pasar por funcionarios de Naciones Unidas u hombres de negocios para llevar a cabo sus misiones. Era el despacho más grande del servicio de inteligencia fuera de su sede en Washington.

Como todo lo que concierne a la CIA, no hay datos seguros. El edificio fue evacuado después del segundo impacto y se cree que la mayoría de los archivos pudieron ser destruidos a tiempo, pero aun así, equipos especiales han intentado recuperar desde el pasado 11 de septiembre lo que pudo quedar.

El servicio de inteligencia ha aprendido de pasados errores. En 1979, la toma de la Embajada norteamericana en Irán fue tan rápida que la CIA no tuvo tiempo de deshacerse de muchos archivos, que cayeron en manos de los iraníes. Desde entonces, la agencia ha entrenado especialmente a su personal para que no vuelva a repetirse un incidente similar.

Ahora, la CIA en NuevaYork comparte despacho con la misión norteamericana en Naciones Unidas, situada frente al emblemático edificio de la organización internacional, a orillas del East River. La mudanza complica lo que ya son serios problemas de eficacia. Muchos han acusado a la agencia de no haber sabido anticipar un ataque como el del 11 de septiembre. Hace unos años la CIA sufrió otro aluvión de críticas cuando no consiguió enterarse de los ensayos nucleares de India y Pakistán.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Las nuevas circunstancias la han obligado a cambiar algunos de sus principios más sagrados. Un reciente proyecto de ley, amparado por la nueva legislación antiterrorista aprobada por el presidente norteamericano, George W. Bush, la obligará, junto con el FBI, a compartir su información con las policías locales. A menudo la descoordinación entre las distintas agencias federales y las autoridades de cada Estado han sembrado el caos en investigaciones importantes.

La CIA también se ha visto obligada a colaborar con los servicios de inteligencia de países que Estados Unidos sigue considerando como naciones parias que amparan el terrorismo. Es el caso de Sudán y Siria. The New York Times informó hace unos días de que varios responsables de la CIA habían viajado a Damasco para recabar información sobre la red de Osama Bin Laden.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_