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La agencia atómica de la ONU cree que hay peligro de un ataque nuclear

La AIEA recomienda reforzar la seguridad en las centrales

La amenaza de un ataque terrorista nuclear está hoy más viva que nunca. Según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el organismo de la ONU encargado de velar por la seguridad nuclear en el mundo, los atentados del 11 de septiembre han multiplicado los riesgos de que se produzca un ataque con armas nucleares o contra instalaciones nucleares. 'La voluntad de los terroristas de sacrificar sus vidas para lograr sus perversos fines ha creado una nueva dimensión en la lucha contra el terrorismo', afirma el director general de la Agencia, el egipcio Mohamed el Baradei.

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La AIEA, que celebra hoy en su sede de Viena una sesión especial dedicada a la lucha contra el terrorismo nuclear, recomienda a las potencias nucleares mundiales que estrechen las medidas de seguridad en sus centrales para evitar que éstas se conviertan en objetivos de un ataque terrorista. Su director cree que la posibilidad de que el ataque aéreo contra las Torres Gemelas y el Pentágono pueda repetirse contra una instalación nuclear es una amenaza que hay que tomarse muy en serio. 'No sólo nos enfrentamos a la posibilidad de que algún Gobierno utilice material nuclear para fabricar armas', afirma El Baradei. 'Hemos sido alertados del peligro de que los terroristas ataquen instalaciones nucleares o usen material nuclear para desatar el pánico, contaminar propiedades e incluso causar muertes o heridas entre poblaciones civiles'.

Varios países, especialmente las grandes potencias en materia nuclear, ya han tomado medidas. EE UU ha prohibido a los aviones privados sobrevolar sus 103 centrales nucleares, mientras que Francia ha decidido proteger con misiles tierra-aire sus instalaciones, entre ellas la de La Hague, situada a orillas del canal de La Mancha, la más grande de Europa. En España, Protección Civil ha actualizado sus planes de emergencia nuclear y química, mientras que ha elaborado un plan frente a ataques biológicos, que hasta ahora no existía por no considerarse necesario. Todos los planes incorporan la hipótesis de un atentado terrorista suicida.

Aunque ninguna organización terrorista ha utilizado nunca un arma nuclear, la AIEA está preocupada por las sospechas de que algún grupo, y en concreto Al Qaeda, liderado por Osama Bin Laden, ha intentado adquirir material nuclear. 'Desde el 11 de septiembre nos enfrentamos a una ecuación totalmente nueva', señala el argentino Abel González, director de Radiación y Seguridad de Residuos de la AIEA. 'Los terroristas demostraron delante de nuestros ojos su disposición a entregar sus vidas y el carácter letal del material radioactivo ha dejado de ser un factor disuasivo eficaz'.

Según la AIEA, la seguridad en algunas instalaciones nucleares y almacenes radiactivos deja mucho que desear. La Agencia cree que en muchos países se toman muy pocas precauciones con el material radiactivo utilizado cotidianamente con fines médicos o industriales, y advierte de que es relativamente fácil robarlo, sobre todo si a sus autores no les preocupa su propia salud.

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'Bombas sucias'Los expertos señalan que material radiactivo robado ha cruzado fronteras y podría utilizarse para fabricar las llamadas bombas sucias, que dispersan partículas radiactivas mediante el uso de explosivos convencionales. 'Los efectos de una bomba sucia no son devastadores en términos de vidas humanas, pero el impacto psicológico y económico de la contaminación sería enorme', opina González.

Entre otras medidas, la AIEA recomienda reforzar los controles fronterizos, ayudar a los países a mejorar el almacenamiento de residuos y aumentar los recursos de su propio Centro de Respuesta de Emergencia, encargado de reaccionar a una eventual alarma radiactiva tras un ataque terrorista. Además de efectuar sus advertencias y recomendaciones, la AIEA también cree necesario que aumenten sus propios fondos. La Agencia calcula que necesita entre 30 y 50 millones de dólares anuales para reforzar y extender sus programas destinados a hacer frente a la amenaza terrorista.

Tres riesgos principales

Los expertos de la AIEA han identificado tres amenazas de terrorismo nuclear:

- Instalaciones nucleares.

Los principales riesgos son el robo de material nuclear o bien un ataque destinado a causar la emisión incontrolada de radiactividad en el entorno cercano.

- Material nuclear.

Lo más peligroso sería que los terroristas dispusieran de armas nuclares. 'No podemos excluir la posibilidad de que tengan material nuclear, pero es muy poco probable que logren utilizarlo para fabricar y detonar con éxito una bomba nuclear', afirma el director de la AIEA, Mohamed el Baradei. 'De todas formas, ningún escenario es imposible'.

- Fuentes radiactivas.

A los expertos de la AIEA les preocupa la posibilidad de que los terroristas logren fabricar una bomba sucia con fuentes radiactivas utilizadas en actividades cotidianas, como la radioterapia.

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