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Tribuna
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Al Yazira, en el ojo del huracán

Antes de imponerse a las cadenas occidentales que no se creen que una cadena árabe sea la única que proporcione información e imágenes desde Afganistán, Al Yazira ya había conquistado ampliamente, a base de trabajo, y no de violencia, el corazón de los ciudadanos árabes, y el disgusto tenaz de los soberanos y los gobernantes árabes.

Unos días antes de los ataques contra Afganistán, el Gobierno estadounidense protestó muy seriamente ante el emir de Qatar por la 'cobertura desequilibrada' de Al Yazira. El colmo para una cadena a la que ya se reprocha en el mundo árabe el ser unas veces cabeza de puente para Israel y Estados Unidos, y otras, el enlace de los islamistas radicales. Y, sin embargo, a nadie en el mundo se le ocurre ir a protestar ante la Administración estadounidense por la 'cobertura desequilibrada' de la CNN o la ABC. Por otra parte, las cadenas estadounidenses, a falta de noticias e imágenes, no se plantean cuestiones de este tipo, sino que se apresuran a firmar acuerdos de asociación con Al Yazira. Pero la protesta de EE UU es muy significativa. La gestión de la información forma parte del dispositivo de guerra y, tal y como han señalado numerosos periodistas, los medios de información norteamericanos se han vuelto, desde los atentados del pasado 11 de septiembre, hacia la propaganda patriótica y cualquier voz discordante es catalogada despiadadamente como antinacional. Este dispositivo de propaganda se extiende al conjunto de Occidente e incluso al mundo, con la función de satanizar hasta el extremo al adversario y presentarle como un mal absoluto. Al encontrarse en el lugar de los hechos, la cadena Al Yazira se convierte en el grano de arena del dispositivo de información de la guerra. No es que disculpe a los talibanes o a Osama Bin Laden, pero, al darles la palabra, introduce la contradicción y siembra la confusión en la gestión mediática estadounidense en el mundo. Lo trastorna en el área más sensible de la actual guerra: el mundo árabe y, por añadidura, los demás países musulmanes. Los periodistas de una cadena de televisión francesa no ocultaron que se habían visto superados por esta cadena árabe y las preguntas que planteaban al corresponsal de Al Yazira en París se parecían a un interrogatorio policial. Estamos a un paso de oír que Al Yazira es la portavoz de Al Qaeda. Incluso la muy sobria cadena de información Euronews no duda en añadir el calificativo 'islámica' a la cadena Al Yazira, como para poner en duda su condición de competidor. Lo que conforta a los que en el mundo árabe consideran que los occidentales son los peores adversarios de la democracia fuera de su país. En todo caso, el doble rasero es flagrante; lo que se admite para la CNN o Euronews no se admite para Al Yazira. Pero la cadena de televisión de Qatar está en el mercado de las noticias y se desenvuelve en este terreno con una profesionalidad innegable. Su éxito entre los pueblos árabes se debe sobre todo al hecho de que éstos tenían una necesidad de información que ningún otro medio árabe podía asegurar. Y que tampoco puede asegurar ningún medio occidental, puesto que éstos están orientados hacia la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos occidentales. La fuerza de Al Yazira reside ahí; responde a una necesidad poderosa y la asegura sobre la base del principio de que el mensajero debe transmitir el mensaje, les guste o no a los órdenes establecidos.

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Se descubre esta vez, a través de las críticas que surgen en Occidente, que no es únicamente el mundo árabe el que está preocupado por este flujo libre de información. Incluso periódicos occidentales respetables siguen la corriente y califican a Al Yazira de vector del antiamericanismo. Una acusación tan falaz como los que en nuestro país la presentan como una televisión 'integrista'. En Al Yazira, el debate es libre y entre las personas que intervienen en ella hay muchos que denuncian a Estados Unidos. Pero la cadena no es antiamericana. El punto de vista norteamericano se expresa de forma continua y poderosa.

En esta cadena se expresan opiniones violentamente antiisraelíes, pero es la única cadena árabe del mundo en la que los responsables israelíes intervienen y participan en debates con palestinos y árabes. Por ello, los árabes acusan a Al Yazira de ser un soporte de la 'normalización' con Israel. Es cierto que, al entrar en el mercado de las noticias, Al Yazira acaba con el lado absolutamente fantasmagórico de Israel y consagra en las mentes que el Estado judío es un actor importante, incluso esencial, en Oriente Próximo. Su cobertura de los actos violentos que Israel ha cometido contra los palestinos es cada vez más fuerte y más creíble.

Algunos dicen que la Operación Tormenta del Desierto contra Irak consagró la supremacía de la CNN, pero la Operación Zorro del Desierto contra el mismo país, algunos años más tarde, consagró el carácter indiscutible de la cadena Al Yazira. Con la Justicia Infinita, la cadena alcanza una consagración internacional ampliamente merecida. La receta del éxito de Al Yazira nos recuerda a ese personaje negro del novelista estadounidense Doctorov que no se da cuenta de que es 'negro' como exige de él el orden social y se limita a actuar como un hombre.

Y esto vuelve locos a los blancos. Al Yazira no se da cuenta de que es árabe o islámica, actúa sencillamente como lo que es: una cadena de noticias en busca de información y que no hace ascos a las exclusivas. Y esto vuelve locos a los que no admiten que una cadena árabe pueda comportarse como la CNN y todos los medios de comunicación blancos de este mundo.

K. Selim es analista del periódico argelino Le Quotidien d'Oran.

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