Miguel Ángel Gozalo y el autoplagio

Miguel Ángel Gozalo, presidente de Efe, se enfada conmigo en carta que ustedes publican el día 27 de octubre por reprocharle que repitiese en una comisión parlamentaria, de forma casi textual, la intervención que él mismo había hecho el año anterior. Yo ya comprendo que a nadie le gusta que le pillen en un ejercicio tan feo como leer un discurso repetido. Y comprendo también que el aludido cuente en su descargo cosas que no son ciertas. Hasta ahí, todo muy vulgar.

Me molesta un poco más que queden hombres, en cargos públicos de alguna relevancia, que practiquen un machismo paternalista tan rancio cuando quieren defenderse de las críticas de una mujer, como el que destila la carta del señor Gozalo. Pero una está ya curada de espantos con estos caballeros de la derecha.

No me extiendo en explicar que cuanto dije es cierto porque todo consta en los Diarios de Sesiones. El autoplagio no es un delito, es sólo un síntoma de vagancia y de menosprecio al auditorio y a la institución. Por eso se lo reproché.

Ya siento que no se me ocurra un verso para cerrar esta carta. Pero, si eligiese un alejandrino como hace Miguel Ángel Gozalo en la suya, no tendría 11 sílabas como él cree, sino 14, que es lo propio.