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El Ejército israelí se retira de las ciudades palestinas ocupadas

Sharon se somete a las presiones de EE UU

El Ejército de Israel se retirará esta noche de la región de Belén. Con esta acción, que servirá como prueba, el primer ministro Ariel Sharon ha acabado por someterse a la presión de Estados Unidos, que reclamaba la salida de los soldados y los tanques israelíes de las ciudades de Cisjordania. Israel ocupó esa zona hace una semana como castigo por el asesinato del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi, a manos del Frente de Liberación Popular de Palestina.

A cambio, los palestinos se han comprometido a cumplir una serie de medidas draconianas en materia de seguridad y pacificación, abortando cualquier intento de ataque contra Israel.

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Este acuerdo de retirada, alcanzado ayer por israelíes y palestinos, es el fruto directo de las presiones de Estados Unidos, que, a través de la Casa Blanca, ha venido pidiendo de manera enérgica a Ariel Sharon que devolviera los soldados a sus cuarteles y liberara las ciudades palestinas. La Unión Europea ha participado también de estas presiones, manteniendo en la zona al jefe de la diplomacia, Javier Solana, que prolongó su estancia para ayudar a las dos partes a encontrar una salida a la crisis.

Los detalles del repliegue de Belén fueron estudiados en una reunión que responsables de la policía palestina e israelí llevaron a término, con la mediación de los servicios secretos norteamericanos de la CIA, en el domicilio del embajador de Estados Unidos en Tel Aviv. Horas antes, el gabinete de seguridad israelí había aceptado de manera general el repliegue, aunque había dejado en manos de los técnicos el momento y la manera en que se debía efectuar la retirada.

Los dos bandos, después de sopesar durante cuatro horas diversas alternativas, llegaron a la conclusión de que había que empezar por el punto más conflictivo y difícil: Belén. A las puertas de Jerusalén, Belén ha sido el escenario de los combates más despiadados y duros, en los que más de una decena de palestinos ha perdido sus vidas y en el transcurso de los que se ha atacado la basílica de la Natividad, lugar donde se encuentra la cueva donde nació Jesús, así como un hospital y un orfelinato.

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Compromisos de Arafat

Los palestinos, por su parte, se han comprometido a asegurar la calma absoluta en la zona, que servirá de test para, a continuación y si los resultados son satisfactorios, hacer lo mismo con las cinco ciudades restantes: Ramala, Nablús, Kalkilia, Tulkarem y Jenin. Los hombres de Yasir Arafat han anunciado que, una vez hayan salido los soldados de esta zona, impedirán cualquier ataque contra Israel.

Se mantienen asimismo en vigor otras tres exigencias anteriores planteadas por Sharon a los palestinos: la extradición de los asesinos del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi; la detención de una relación de más de un centenar de activistas y, por último, el desmantelamiento de los grupos radicales. No obstante, el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, ya ha anunciado que no habrá extradición de los asesinos del ministro.

El Gobierno de Ariel Sharon ha hecho saber, sin embargo, que el repliegue no es para siempre. 'Nos reservamos la libertad de actuar de acuerdo con sus necesidades de seguridad', comentó; es decir, de volver a desplegar el ejército en las zonas autónomas palestinas.

A pesar de los compromisos y las cautelas, los responsables de seguridad israelíes han manifestado ya sus críticas y dudas con respecto a los efectos y a las consecuencias de la retirada. El jefe de los servicios secretos del Ejército, Amos Malka, afirmaba ayer que una retirada supondría regresar a la situación precedente y enfrentarse al peligro de nuevos atentados terroristas, algunos de los cuales, en su opinión, están ya en marcha. La opinión está compartida por un sector importante de la sociedad israelí, que ayer, según una encuesta, se manifestó mayoritariamente (66%) contra las presiones en este sentido efectuadas por Estados Unidos. El ex primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu ha resumido el sentimiento de la mayoría al manifestar ayer: 'Hay que saber decir no a Estados Unidos'.

La situación sobre el terreno es delicada y amenaza con confirmar los temores del jefe de los servicios secretos israelíes. Ayer un comando de Hamás trataba de introducirse en el interior de un asentamiento situado en el norte de Gaza, para llevar a cabo una acción bélica. Pero antes de que pudieran llevarla a término, el Ejército mataba a tres de los guerrilleros.

Con estas tres muertes se eleva ya a 49 el número de víctimas palestinas registradas durante los últimos ocho días en los territorios, como consecuencia de las operaciones de castigo y venganza por la muerte del ministro de Turismo.

Soldados israelíes retiran el cuerpo de un palestino muerto cerca del asentamiento de Dugut, en Gaza.
Soldados israelíes retiran el cuerpo de un palestino muerto cerca del asentamiento de Dugut, en Gaza.REUTERS

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