La patronal y UGT arremeten contra Aznar y afirman que 'no sabe nada de convenios'
El Ejecutivo renuncia a generalizar la cláusula de descuelgue en la negociación colectiva
El Gobierno ha modificado su proyecto de reforma de la negociación colectiva y renuncia a que las empresas, por razones económicas, puedan aplicar la cláusula de descuelgue a todas las materias reguladas en convenios sectoriales, posibilidad que se mantiene para los salarios. Ese cambio no es suficiente para patronal y sindicatos, ni para lograr un consenso que acabe con el cruce de acusaciones. Ayer, el presidente de la patronal, José María Cuevas, y el líder de UGT, Cándido Méndez, respondieron a las críticas del presidente José María Aznar asegurando que 'él no sabe absolutamente nada de convenios'.
El tercer borrador elaborado por el Gobierno deja la denominada cláusula de descuelgue en los términos actuales del Estatuto de los Trabajadores. Es decir, los empresarios 'podrán no aplicar el régimen salarial' de los convenios sectoriales o de ámbito superior a la empresa si su estabilidad económica puede verse dañada. Con ello, el Ejecutivo renuncia a generalizar la 'no aplicación' al resto de materias reguladas en esos pactos colectivos, como la jornada laboral máxima, el fomento de la contratación indefinida, el régimen disciplinario o la movilidad geográfica. Una posibilidad de descuelgue que hasta ahora quería aplicar también a las normas mínimas de prevención de riesgos laborales, y que para UGT era de 'dudosa constitucionalidad'.
En el resto de contenidos, la reforma del Gobierno se mantiene en los mismos términos que en borradores anteriores, que son rechazados tanto por la patronal como por los sindicatos. El líder de UGT, Cándido Méndez, y el presidente de la patronal, José María Cuevas, respondieron con dureza a las declaraciones realizadas el miércoles por el presidente Aznar, en las que acusaba a centrales y patronal de entorpecer el acuerdo y de hacerlo 'por razones corporativas'.
Cuevas aseguró que la reforma de los convenios 'va muy mal' por otra razón: porque el Ejecutivo está tratando de imponer un modelo a los agentes sociales que no atiende a la realidad de la negociación colectiva. También acusó al presidente del Gobierno de 'no saber absolutamente nada' sobre convenios. 'El señor Aznar', dijo, 'es un sabio gobernante que sabe muchas cosas, pero no sabe absolutamente nada de convenios colectivos', afirmación a la que posteriormente se sumó el secretario general de UGT.
En opinión de Cuevas, el Ejecutivo 'se está olvidando' de lo que es la realidad de la negociación colectiva y de por qué existen los convenios. 'No es una artificialidad. Es simplemente una concreción pacífica y eficaz de lo que deben ser las relaciones modernas entre empresas y trabajadores', apuntó. Ambos interlocutores sociales coinciden en reclamar al Ejecutivo que respete la autonomía de las partes y que reconozca su papel 'como protagonistas reales y reconocidos por la Constitución' de la negociación colectiva, según afirmaba ayer Cándido Méndez.
'Reforma del FMI'Méndez aconsejó al presidente del Gobierno 'que se ahorre descalificaciones' y 'abandone su obsesión de imponer una reforma para cercenar derechos colectivos de los trabajadores'. El líder de UGT hizo esas afirmaciones junto al dirigente del PSOE Jordi Sevilla, quien también criticó el método del Ejecutivo: 'No se pueden imponer reformas desde los despachos del Ministerio de Economía o del Fondo Monetario Internacional'.
Para el secretario de política económica socialista, el Gabinete del PP 'está recurriendo al autoritarismo' y está desaprovechando una de las ventajas que tiene España, como es la voluntad de los interlocutores sociales de reformar el sistema de negociación colectiva. Méndez reiteró que, debido a esa voluntad de diálogo, la participación del Gobierno en la reforma 'no es oportuna ni conveniente, ni positiva'. En su opinión, el papel asumido por el Ejecutivo en esta negociación -al presentar a los agentes sociales un documento de anteproyecto de ley cerrado- supone 'erigir en protagonista al Gobierno de una función que corresponde a los sindicatos y a la patronal', y aseguró que en estos momentos el proceso 'está atascado'.
El sindicato CC OO también analizó el nuevo texto oficial y valoró 'la sensibilidad mostrada por el Gobierno en estos días' para no aplicar una reforma unilateral. No obstante, entiende que no están logrados sus objetivos y que es necesario el consenso de la patronal. Por ello, la central se propone mantener el diálogo social para preservar el papel de los convenios sectoriales y su eficacia general, así como para que se mantenga el respeto a la autonomía de las partes con un fuerte protagonismo sindical y que se logre la extensión de los convenios a más trabajadores.
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