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CRISIS INTERNACIONAL

Alemania reduce al 0,75% su previsión de crecimiento para este año, y la UE, al 1,50%

La Comisión Europea confía en que el año que viene se producirá la recuperación

La zona euro atraviesa un bache económico más largo y más profundo de lo que se esperaba. Tanto la Comisión Europea como Alemania, la principal de sus economías, revisaron ayer a la baja sus expectativas para este año. Frente a un crecimiento del 2,8% esperado, la zona euro crecerá este año una media del 1,5%, lo que significa que en estos momentos existe un parón de la actividad. El Gobierno alemán acabó ayer por reconocer que el 2% previsto inicialmente es insostenible a estas alturas y ayer lo rebajó hasta el 0,75%. Para el próximo año pasará del 2,25% a menos del 1,5%.

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En Alemania, tras mantener contra viento y marea una evidentemente demasiado optimista previsión de crecimiento del 2% para este año, el ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, decidió ayer afrontar el mal tiempo y reconocer, en una entrevista con la cadena de televisión ZDF, que Alemania tan sólo crecerá este año en torno a un 0,75%. Los seis principales institutos alemanes de coyuntura prevén asimismo un crecimiento entre el 0,7% y el 0,8%.

Para la UE, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, concretó ayer en el 1,5% la previsión de crecimiento medio de la zona euro este año. Subrayó, no obstante, su confianza en 'la capacidad de recuperación de la economía europea' y mostró su convencimiento de que ésta se producirá el año próximo.

Para Alemania, sin embargo, la situación tampoco será mucho mejor en 2002, cuando el PIB se situará entre el 1% y el 1,5% (2,25%, según los pronósticos hechos en primavera). Las nuevas previsiones demuestran la fuerte desaceleración que en lo que va de año ha vivido la economía alemana, que el año pasado todavía había crecido a un vigoroso 3%.

La sorpresiva admisión del siempre parsimonioso Eichel parece deberse a que, en los inicios de la próxima semana, los seis principales institutos de investigación económica alemana presentarán su tradicional previsión de otoño. Según la agencia de prensa AP, los economistas ya sólo prevén un 0,7% de crecimiento para este ejercicio. Alemania representa cerca de un tercio de toda la economía de la zona euro.

Hasta ahora, Eichel y el canciller alemán, Gerhard Schröder, se habían negado a iniciar un programa de reactivación, como ya se está comenzando a poner en práctica en la vecina Francia. El ministro de Finanzas se mostró ayer confiado en que la economía germana volverá a recuperarse en un no precisado mes de 'este invierno'.

La desaceleración comenzó a tomar su curso desde finales del año pasado, cuando el aumento de los precios hizo mella en el consumo y dejó sin efecto una ambiciosa reforma fiscal que tan sólo este año comprende 45,4 millardos de marcos (22.838 millones de euros) en reducción de impuestos. Al tiempo, la lentificación económica en EE UU y otros países terminó por deteriorar también el entorno internacional, clave para una economía que depende fuertemente de las exportaciones.

Tras revisar las cifras de crecimiento, Eichel tiene ahora también que hacer números sobre el estado de las cuentas públicas. En la entrevista con la ZDF, el ministro, por vez primera, dejó entrever que, de continuar la desaceleración, podría optar por un endeudamiento mayor del previsto en 2002. Para evitar esta medida y aun así poder destinar fondos adicionales a la lucha antiterrorista, el Ministerio de Finanzas recurrió recientemente a un aumento de impuestos sobre el tabaco y las pólizas de seguro.

En el marco del plan de estabilidad europeo, Alemania pretendía alcanzar un déficit fiscal del 1,5% en 2001 y del 1% en el próximo año, cifras ambas que podrían ser sustituidas por un 2%, según se especula ya en círculos gubernamentales. Para el medio plazo, sin embargo, Eichel sigue manteniendo su meta de estabilizar el presupuesto en 2006.

Aparte de la caída de los ingresos fiscales, la caja pública alemana se ve presionada por el aumento de los pagos por desempleo, para los cuales se requerirán este año al menos 2.000 millones de marcos (170.000 millones de pesetas) adicionales a los previstos inicialmente. Tan sólo en los últimos días, tres empresas alemanas (Siemens, Opel y Commerzbank) han anunciado recortes de plantilla que se elevan a un total de 22.700 puestos de trabajo.

Pérdida de empleos

La situación es aún más dramática en el sector de la construcción, donde la caída de la actividad -hasta en un 6% este año- podría costar 100.000 empleos en éste y 80.000 puestos de trabajo en el próximo ejercicio, según alertó ayer la correspondiente patronal. Ya entre 1995 y 2000 -años en los que cesó el auge de la construcción en la antigua República Democrática Alemana (RDA)-, en la construcción se perdieron medio millón de empleos.

Al llegar al poder, Schröder prometió bajar hasta 3,5 millones de personas el número de desempleados al final de su mandato, en septiembre de 2002. Ahora también esta promesa electoral, con toda probabilidad, tendrá que revisarse. Fuentes gubernamentales calculan ya que, para esas fechas, el total de parados más bien se situará en 3,7 millones de personas. En septiembre pasado, la tasa de desempleo alemana se situó en el 9%.

En España, el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se mostró convencido de que este año se alcanzará un crecimiento del 3%, como está previsto, y se basó para ello en los datos de que dispone hasta octubre.

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