Los ultimísimos en Investigación y Desarrollo
En el mes de julio del 2001 la Administración Valenciana y los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO firmamos el pacto valenciano por el crecimiento y el empleo conocido como Pavace. En su apartado destinado a Investigación y Desarrollo, dice textualmente: 'Con objeto de poder financiar actuaciones que permitan dar un gran salto hacia adelante el PVIDI (Plan Valenciano de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación) se marcará unos objetivos presupuestarios con el fin de eliminar las diferencias respecto a la media europea'.
Por tanto, le corresponde a la Generalitat invertir en presupuestos anuales las cantidades suficientes para llegar a esta cuota de inversión; pero también nos corresponde a los sindicatos hacer el seguimiento de la inversión para ajustar la voluntad política de cumplir lo suscrito.
La investigación en nuestro país ha estado en crisis permanente. Esta crisis se ha venido traduciendo en la famosa 'fuga de cerebros' hacia otros países donde las cuotas de inversión en investigación permiten desarrollar una labor acorde con los avances técnicos y de despegue económico. En definitiva, sería un primer avance de lo que pretendemos advertir. El gobierno español y el de la Generalitat deben ponerse manos a la obra porque de no ser así se cumpliría la máxima de Severo Ochoa cuando afirmaba que 'un país sin investigación es un país sin desarrollo', y entonces todos seguiremos sabiendo que esto no va a ir bien.
Investigación y Desarrollo (I+D) son dos términos que debemos conjugar unidos. Nuestro país, y también nuestra comunidad, se encuentra muy por debajo de la media europea en investigación, tanto pública como privada. Los pagos de España al exterior en conceptos de utilización de patentes, marcas e inventos extranjeros han disparado el déficit tecnológico (diferencia entre lo producido por patentes extranjeras y por las españolas).
El gobierno español invierte en I+D un 0,54% del PIB, unos 635.428 millones de pesetas al año, mientras que la media europea se sitúa en el 0,76%; el gobierno valenciano destina 0,3% del PIB a investigación y desarrollo, a todas luces insuficiente. El propio profesor Santiago Grisolía apuntaba no hace mucho en prensa que 'se ha retrocedido en vez de avanzar. Si España no desarrolla una investigación puntera, quedaría más atrasada'. Más recientemente, en la presentación del 'manifiesto de Madrid' suscrito por investigadores de más de 41 universidades españolas, promovido por la Fundación Independiente presidida por el científico Ignacio Buqueras, sostiene que nuestro país debe multiplicar por tres las partidas presupuestarias dedicadas a I+D, así como a aumentar el tiempo de dedicación destinada a investigar en las universidades.
En resumen, aumento de inversión en presupuestos es la única medida que permite, por un lado, aumentar el número de investigadores en la universidad, y por otro, generar un clima de confianza entre las empresas privadas para que inviertan activamente e I+D. Al fin y al cabo, el índice de inversión de un país en este sector de la economía se alcanza sumando la inversión pública y la privada; en el caso de España sería de un 0,9% del PIB respecto al 1,86% que destina la media comunitaria, y en el caso de la Comunidad Valenciana sólo alcanza el 0,6% del PIB.
El Pavace, cuya duración comprende el período 2002-2006, prevé una serie de medidas de coordinación que el gobierno y los empresarios han de desarrollar: integrar los distintos agentes implicados en la I+D+I, desarrollando acuerdos interuniversitarios, interdepartamentales, con empresas, etc, así como asegurar que las inversiones empresariales en desarrollo tecnológico como resultado de la innovación empresarial permita recuperar lo invertido en I+D+I.
Pero si les sirve de algo, ya el propio comisario europeo Philippe Busquin ha presentado un proyecto que eleva casi un 10% más la inversión en I+D. En definitiva, pronto lo vamos a constatar, los presupuestos del Estado y de la Generalitat están en ventanilla, así que es el tiempo de los hechos, pues el de las palabras ha pasado. Entre tanto, bueno sería que se fueran sumando todos los recursos para acabar decididamente con la fragmentación en la inversión destinada a la investigación, sin duda, otro de los grandes retos a tener en cuenta.
Gonzalo Castillo Maldonado es secretario General de FETE-UGT PV.
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