Iberia propondrá a los sindicatos un recorte de entre 2.500 y 2.800 empleos

Iberia negociará con sus sindicatos a partir del lunes una reducción de empleo que afectará a una cifra aún por determinar, pero que se sitúa entre 2.500 y 2.800 trabajadores. Según se informó ayer al Consejo de Administración, a partir del próximo 1 de noviembre la compañía recortará las horas de vuelo un 11% y empezará a aplicar un plan de reducción de gastos generales para ahorrar 27.000 millones de pesetas en dos años, lo que equivale a un 15%. La reducción de vuelos podría afectar a los que unen la Península con Canarias y Baleares.

El presidente de la compañía, Xabier de Irala, informó ayer al consejo de administración de las líneas generales del plan de ajuste con el que la compañía trata de paliar las consecuencias que en la empresa han tenido los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. Desde esa fecha, Iberia afronta una caída de las reservas del 18% y un sobrecoste de los seguros de entre 90 y 120 millones de euros (entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas), que le han llevado a subir las tarifas ocho euros por trayecto y a poner en marcha un plan de ajuste.

Según se informó ayer al consejo, el plan prevé el recorte de las horas de vuelo en un 11%, lo que provoca una reducción paralela de personal que afectará a entre 2.500 y 2.800 trabajadores. La compañía pretende que esa reducción se pacte con los sindicatos, con los que se reunirá a partir del próximo lunes, y que se haga de forma no traumática, lo que supone bajas incentivadas, prejubilaciones y, presumiblemente, un expediente de regulación de empleo.

Los pilotos

Iberia pretende igualmente que la reducción afecte a todos los colectivos de la empresa, lo que plantea serios problemas con los pilotos. Por una parte, la compañía ha invertido una fuerte cantidad de dinero en su formación y, por otra, su sindicato, el SEPLA, alega que, según el convenio, no pueden estar afectados por el recorte de empleo sin que Iberia cancele los contratos de alquiler de aviones con tripulación (wet lease) que mantiene con Air Europa (seis Boeing 757) y Air Atlanta (dos Boeing 747), y la franquicia con la compañía regional Air Nostrum.

La cancelación del alquiler es una de las medidas explícitamente incluidas en el plan de ajuste, y para ello Iberia está en conversaciones con las dos compañías propietarias, pero no ha manifestado nada respecto a la franquicia.

Aunque Iberia aún está ultimando los detalles, el recorte del 11% de la producción -50.000 horas de vuelo- supondrá la cancelación de algunas rutas -como Barcelona-Nueva York, o Madrid-Stutgart y Madrid-Hamburgo directos- y la reducción en la frecuencia de muchas otras, entre ellas las de Oriente Medio. La compañía se está planteando que esa reducción afecte a los vuelos que unen la Península con los archipiélagos, lo que suele plantear problemas con los gobiernos autonómicos respectivos. El problema para la compañía es que esos vuelos, muy especialmente los de Canarias, tienen precio de vuelo nacional y coste de trayecto internacional.

La flota de Iberia también se verá afectada por el plan. La compañía ha retrasado la incorporación de 19 Airbus (tres A-340; 12 A-320 y cuatro A-321) y dejan de operar 16 aviones más, entre ellos los seis de Air Europa y los dos de Air Atlanta, cuya producción se cubrirá con medios de Iberia. El resto son dos B-767, un B-747 y cinco A-300.

El consejo de administración fue informado también de un plan de recorte de gastos generales con el que se quiere ahorrar este año 54,09 millones de euros (9.000 millones de pesetas) lo que equivale a un 5% de los gastos generales, y el que viene 108,18 millones de euros (18.000 millones de pesetas), el 10% del total.

Además del plan de ajuste, la compañía intenta recuperar los 2.000 millones de pesetas de pérdidas ocasionadas por los cinco días en los que el espacio aéreo de Estados Unidos estuvo cerrado tras los atentados. Las compañías europeas han pedido a Bruselas ayudas para poder superar esa circunstancia y están a la espera de que la Comisión dé una respuesta. Precisamente hoy Xabier de Irala se reúne en Bruselas con la comisaria de Transporte, Loyola de Palacio.