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IMPACTO EN LOS MERCADOS

El Gobierno renunciará al déficit cero si la economía crece por debajo del 2,9% en 2002

Folgado asegura que no habrá recortes en la inversión aunque la situación empeore

El objetivo del Gobierno para el año próximo es el equilibrio presupuestario, pero si la crisis se acentúa, no se sacrificará la inversión pública aunque esto suponga unas décimas de déficit. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, efectuó ayer este nuevo planteamiento ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, después de que el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana hiciese una afirmación parecida: 'Si la economía crece menos de lo previsto el año próximo [el 2,9%] sería razonable tener un cierto nivel de déficit'.

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Este abandono del dogmatismo que, desde varios ámbitos del Gobierno, se ha mantenido hasta ahora en torno al déficit cero se produce apenas unos días después de que se presentasen las cuentas públicas para el año próximo. El debate de los Presupuestos de 2002 comenzó ayer con Caruana y Folgado ante la Comisión de Presupuestos del Congreso. Para el año que viene, la previsión inicial del Gobierno es que el Estado alcance un déficit del 0,5% del PIB y que este saldo negativo se compense con un superávit en la misma cuantía para la Seguridad Social.

Folgado explicó que la posición del Gobierno es que el equilibrio presupuestario se mantiene como referente de la política económica y que con el 2,9% de crecimiento previsto para 2002 se puede conseguir. Una estimación que la revista británica The Economist rebaja hasta el 2,2%. Folgado puso como ejemplo la situación de este año, en que con una previsión inicial de crecimiento del 3,6%, se planteó el equilibrio y que, pese a la revisión a la baja de esa cifra que se ha hecho en julio pasado (hasta el 3%), el Gobierno asegura el déficit cero. Para 2002, el Gobierno se plantearía recurrir otra vez al déficit, en el caso de que el crecimiento sea inferior al 2,9% previsto. 'Si tenemos que elegir entre el déficit y la inversión optaremos por mantener la inversión', explicó Folgado.

Jaime Caruana situó el umbral en el 2,9% previsto y coincidió en que el déficit cero no debe ser tomado al pie de la letra si la situación económica empeora y no se consigue alcanzar ese ritmo de crecimiento. 'La economía española puede soportar cierto nivel de déficit', dijo Caruana, aunque advirtió de que ese desequilibrio ha de ser 'coyuntural, no estructural'. De hecho, el Plan de Estabilidad preveía para España un superávit de las cuentas públicas el año próximo, pero ya antes de los atentados del pasado 11 de septiembre el Gobierno tenía prácticamente decidido contentarse con mantener el déficit cero, igual que lo previsto para este año. Caruana, igual que Folgado, señaló que la situación actual es de 'incertidumbre' hasta el punto de que ningún organismo internacional ha efectuado nuevas previsiones después del tremendo impacto de los atentados terroristas. Aseguró que las previsiones de crecimiento para la UE tendrán que revisarse a la baja y señaló que el principal problema ahora es el deterioro de la confianza de los consumidores europeos. 'El escenario de la recuperación se traslada al año próximo', concluyó el gobernador.

Pocos diputados

La Comisión de Presupuestos inició ayer la larga tramitación de las cuentas públicas para 2002 con un nivel de desinterés notorio. Durante las dos primeras comparecencias de altos cargos, apenas estuvieron presentes siete -en algunos momentos hubo sólo tres- en el caso del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, y seis diputados en el del secretario de Estado de Economía, José Folgado, además de los cinco miembros de la mesa. Únicamente acudieron diputados del PP y del PSOE y con Caruana por los socialistas sólo acudió su portavoz, Francisco Fernández Marugán. La Comisión de Presupuestos está formada por nueve portavoces de los distintos grupos, 26 vocales y 2 adscritos, más los cinco miembros de la mesa. Durante los próximos días, varios altos cargos de la Administración desfilarán ante los diputados para responder a sus dudas y explicar políticas concretas de sus departamentos. Después se producirá el debate de las enmiendas a la totalidad en el Pleno del Congreso. Más tarde se discutirán las enmiendas parciales, primero en el Congreso y luego en el Senado, hasta que los Presupuestos se aprueben y entren en vigor en enero de 2002.

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