El Gobierno se niega a rectificar y acusa al PSOE de 'infantil'
Montoro reprocha a Zapatero que no intervenga en el debate presupuestario
La suspensión del pacto al que habían llegado el PP y el PSOE para la renovación de 36 cargos institucionales entró ayer en una fase duradera. El Gobierno no sólo no atendió la reclamación de los socialistas, que exigían al vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, una rectificación por acusarles de 'chantaje' y 'nepotismo' en la negociación, sino que pasó a la ofensiva y les reclamó 'sentido común'. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, dijo que el Ejecutivo 'no tiene nada que objetar ni cambiar' en la actitud de Rato y calificó al PSOE de 'infantil e irresponsable'.
El Consejo de Ministros decidió ayer cerrar filas en torno a su vicepresidente segundo ante la reclamación socialista de rectificación y dejó claro que no hay, en este momento, ninguna perspectiva de renegociación para intentar salvar el acuerdo del PP y el PSOE sobre los 36 cargos institucionales, hecho público el lunes. Pese a que la acusación de Rato de 'amiguismo' al secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sesión de control del Gobierno del miércoles, llegó a disgustar a los principales protagonistas del PP en la negociación con los socialistas, Javier Arenas y Luis de Grandes, el Consejo de Ministros decidió ayer secundar sin fisuras al vicepresidente segundo para evitar males mayores ante la presión socialista. Un apoyo frente al PSOE, pero que no prejuzga el futuro político de Rato.
El Gobierno del PP optó por resolver el reto del PSOE como suele resolver estas cosas cuando se encuentra acosado, con una huida hacia adelante. Si el PSOE esperaba algún desmarque público del Consejo de Ministros respecto de Rato, se encontró con lo contrario. 'El Gobierno no tiene nada que objetar ni cambiar' de las palabras de Rato en la réplica al PSOE durante la sesión de control del miércoles, empezó Cabanillas, quien ironizó: '¿Se va a rectificar la pregunta?. No creo'.
Más adelante, ofreció a Rato el apoyo absoluto del Consejo. 'El vicepresidente segundo del Gobierno es la persona que tiene bajo su responsabilidad todo el área económica del Gobierno, que tiene tras sí una trayectoria ejemplar y es un activo del que ni el partido ni el Gobierno tiene el más mínimo interés en prescindir'.
Y, al final, pasó al ataque. 'El Gobierno lo único que hace es resaltar algo que nos parece fundamental, que es la renovación, y que no se paralicen una serie de órganos clave en nuestra democracia [Poder Judicial, Tribunal de Cuentas y Tribunal Constitucional]. Y lo resaltamos en un momento en que nos parece especialmente infantil y sin sentido la actitud de la oposición al respecto'.
Cabanillas añadió los calificativos de 'irresponsabilidad notable' y 'falta de seriedad y de sentido común bastante importante' para referirse a los socialistas por 'romper un acuerdo de tal trascendencia'. Para el ministro portavoz, es una 'desproporción' porque los ataques de 'amiguismo' de Rato a Rodríguez Zapatero, en la sesión de control del miércoles, no pasaron de responder 'al ejercicio de lo que es la dialéctica parlamentaria'.
El ministro portavoz trató, de este modo, de restar importancia a una actitud muy calculada por Rato, como reconocieron el mismo miércoles sus compañeros del PP en el Grupo Parlamentario. 'Rato no actuó así porque estuviera nervioso por su situación. Ha preparado una estrategia de ataque a la ofensiva que le ha organizado el PSOE', insistían ayer en fuentes del PP.
Precisamente, la misma estrategia que ha decidido emplear el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montoro acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de 'no estar capacitado para debatir los Presupuestos', y recordó que el líder del PSOE ha delegado esta responsabilidad en el portavoz económico del PSOE, Jordi Sevilla. Montoro destacó que los Presupuestos 'resumen la política del Gobierno' y que, por tanto, 'corresponde al líder de la oposición sostener su debate en el Parlamento, pues se trata de contrastar las opciones que plantea el Gobierno a la sociedad y ofrecer alternativas a esas propuestas'.
Por si hubiera dudas sobre la estrategia del Gobierno, el propio Rato afirmó, ayer mismo, que no puede 'pedir excusas' al PSOE 'por decir la verdad' sobre los nombramientos de los cargos institucionales.
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