La implantación de electrodos en el cerebro es eficaz contra el Parkinson
La estimulación con electrodos implantados en dos estructuras cerebrales profundas (los denominados núcleo subtalámico y globo pálido interno) ha logrado mejoras espectaculares en los pacientes de Parkinson, según publica en su última edición The New England Journal of Medicine. El estudio, coordinado por la Clínica Universitaria de Navarra,ha sido llevado a cabo en 143 pacientes de 18 hospitales de Estados Unidos, Europa y Australia. El Parkinson afecta a 40.000 españoles.
A los seis meses de iniciarse la estimulación eléctrica del núcleo subtalámico se constató una significativa mejora del 49% en los signos motores de la enfermedad, tales como temblor, rigidez o lentitud de movimientos. A su vez, la estimulación del globo pálido interno causó en el mismo plazo temporal una mejoría importante de un 37% en los mismos síntomas. Los pacientes tenían una edad media de 60 años. La estimulación se realiza con el implante cerebral bilateral de unos electrodos especiales que quedan conectados a través de un cable subcutáneo a un generador de impulsos colocado bajo la clavícula. La batería que alimenta el dispositivo eléctrico modulador tiene una vida media de entre 3 a 5 años.
Los responsables de la Clínica Universitaria de Navarra, uno de los tres centros hospitalarios que ha coordinado la experimentación sobre este tratamiento, dieron a conocer ayer los 'excelentes' resultados, en palabras de José Masdeu, director del área de Neurociencias de ese centro.
'Es una técnica eficaz y asequible en los cinco continentes, que arroja excelentes resultados si se realiza una cuidada selección del paciente y ubicación de los implantes', explica Jorge Guridi, especialista del departamento de Neurología y Neurocirugía del centro navarro.
Mejora estable
Hasta ahora, el tratamiento convencional de la enfermedad consiste en la administración de fármacos, el más utilizado de los cuales es la levodopa. A pesar de los avances farmacológicos, el tratamiento no consigue detener el proceso neurodegenerativo. Con los electrodos implantados, el seguimiento temporal realizado a 12 de los pacientes del estudio ha permitido confirmar que los beneficios globales se mantienen en el tiempo. Tras cinco años con los electrodos implantados, los pacientes mantienen una respuesta satisfactoria, según el equipo médico español.
La Clínica Universitaria de Navarra ha practicado ya la intervención a más de 300 pacientes. Los efectos secundarios más importantes han estado vinculados con la técnica quirúrgica utilizada, incluyendo hemorragias intracraneales en siete pacientes, crisis convulsivas en otros cuatro casos, e infecciones o migración y rotura del electrodo, en porcentajes normales en este tipo de intevenciones quirúrgicas.
El nuevo reto, según los especialistas del centro navarro, se centra en detener la progresión de la enfermedad.
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