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Mil ciudades ensayan vivir un día sin coches

Cádiz fue la capital española donde más se redujo el tráfico, con un 30% menos de vehículos

Vicente G. Olaya

Casi mil ciudades celebraron ayer el Día Europeo sin Coches. Pero los resultados no fueron demasiado esperanzadores. Los conductores vivieron con cierto escepticismo una jornada que, en España, apenas significó una reducción de los niveles de circulación del 18%. Cádiz, con un 30% menos de vehículos, destacó entre las localidades donde más aceptación tuvo la jornada. En Lisboa, la lluvia provocó el colapso y en París, se suspendió por falta de agentes. En Roma, el Ayuntamiento cerró el centro y los conductores se decidieron por abandonar el coche. Pero hubo protestas de los residentes. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, admitió que el Día sin Coches tenía carácter 'simbólico'.

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El Día Europeo sin Coches se celebró ayer en 928 ciudades europeas con distinta suerte. Hubo capitales que lo suspendieron por motivos de seguridad (París), otras donde sólo unos centenares de ciclistas lo celebraron (Londres) y algunas donde la jornada acabó con las protestas de los comerciantes por el cierre del centro (Lisboa). En Madrid, se redujo el tráfico un 18% con respecto a cualquier sábado de septiembre. En España, 187 ciudades se adhirieron. Cádiz, con un 30% menos de tráfico, fue la localidad donde más aceptación tuvo la propuesta de reducir la circulación, seguida de Burgos (26%) y A Coruña (25%). El promedio nacional rozó el 18%, según Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía.

El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, que recorrió en bicicleta el municipio pontevedrés de La Toja, animó ayer a los ciudadanos a optar por 'transportes alternativos', aunque destacó lo 'simbólico' de la jornada.

Madrid, con un 18% menos de vehículos por sus calles, se levantó con atascos en las principales carreteras de salida. Las autoridades municipales cerraron al tráfico por primera vez su principal pulmón verde, la Casa de Campo, así como el centro urbano, aunque éste último sólo cuatro horas.

Dos fiestas en un día

El Día Sin Coches en Barcelona no tuvo el éxito de otros años, ya que el tráfico se cortó sólo en una avenida del centro. Al coincidir con la Fiesta Mayor de la ciudad, La Mercè, la celebración peatonal pasó inadvertida.

En Andalucía, la jornada sin vehículos tuvo un seguimiento mínimo -sólo 15 de los 800 municipios de la comunidad lo secundaron- y, por ello, los resultados fueron discretos. Cádiz, donde la ocasión se aprovechó para peatonalizar con carácter definitivo varias calles del centro, se convirtió en la ciudad española donde la jornada se saldó con más éxito (30% menos de coches).

Por su parte, los empleados de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia apenas notaron diferencias con respecto a cualquier otro sábado. La policía, más optimista, calculó una reducción del tráfico cercana al 14%, y un aumento del pasaje en los servicios públicos del 4%.

Bilbao no participó ayer en esta iniciativa, porque decidió responder a la llamada europea en día laborable. No obstante, el viernes vio caer en un 20% la entrada de coches en la ciudad.

En el Reino Unido, el día sin vehículos apenas tuvo incidencia. Unos pocos centenares de ciclistas pasearon en torno a la torre del puente de Londres para celebrar la jornada. El Ayuntamiento pidió a los conductores que compartiesen vehículo, pero el tráfico fue muy semejante al de otro sábado cualquiera.

El Ayuntamiento de París, a causa del plan antiterrorista puesto en marcha por los atentados de Nueva York, decidió suspender la celebración. El consistorio, que había preparado un enorme despliegue informativo, reconoció hace cinco días que no podía destinar policías suficientes a la jornada.

Bruselas, la capital política de la Unión Europea, cerró a cal y canto su centro urbano. El Ayuntamiento alentó al uso del transporte público, pero la incidencia fue escasa: tráfico semejante al de otros sábados.

Las autoridades municipales de Amsterdam también cerraron el centro. El Ayuntamiento dio mucha publicidad a la festividad, pero los mensajes no calaron entre los ciudadanos. Una encuesta reveló que el 60% de los holandeses estaban en contra del día sin coches y sólo el 40% a favor.

Lisboa celebró viernes y sábado el Día sin Coches, pero hubo protestas de la oposición y de los comerciantes a causa del caos circulatorio. El viernes pasado fue el primer día de lluvias fuertes de septiembre, lo que provocó un enorme colapso en la ciudad. Populares y socialdemócratas, en la oposición, pidieron al alcalde, socialista, la suspensión de los actos de ayer.

En Italia más de 100 ciudades se adhirieron a la propuesta de pasar un día sin coche. Roma se transformó en una isla peatonal de 900 hectáreas. Sólo fueron permitidos taxis y autobuses. Si bien la reducción de la contaminación atmosférica fue poco relevante, el ministro de Ambiente, Altero Matteoli, aseguró que la jornada ayudó a cambiar la actitud de las conductores. La Asociación de Defensa de los Consumidores afirmó haber recibido numerosas protestas de residentes en las áreas en donde se cortó el tráfico.Se quejaban de haberse quedado bloqueados.

La idea de celebrar un día sin vehículos surgió en Francia 1998 y cuenta con el apoyo de la Dirección General del Medio Ambiente de la Comisión Europea. El tráfico, según los datos de los promotores de la campaña, absorbe el 80% del combustible que se consume en Europa.

El número de viajes en coche particular ha crecido un 9,4% en los últimos ocho años. Las autoridades sanitarias recuerdan que más del 50% de las emisiones de agentes contaminantes en la atmósfera, como óxidos de nitrógeno (NOx) o monóxido de carbono (CO), son generados por los vehículos.

Una familia pasea en bicicleta por la plaza del Ayuntamiento de Valencia.
Una familia pasea en bicicleta por la plaza del Ayuntamiento de Valencia.TANIA CASTRO

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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