La zona más peligrosa del mundo
El país de los talibán está en una de las regiones de mayor riesgo atómico del planeta
Un eventual ataque militar de Estados Unidos contra Afganistán tendría su epicentro en una de las regiones con más armas nucleares del mundo. Pakistán, India y, probablemente muy pronto, según la CIA, Irán, disponen de ingenios atómicos. Eso sin contar la ya histórica capacidad nuclear de China o Rusia, heredera del arsenal atómico de las antiguas repúblicas soviéticas.
La feroz rivalidad entre India y Pakistán, marcada por las tres guerras libradas por ambos países en 1947 y 1965 por el territorio de Cachemira y en 1971, cuando la creación de Bangladesh, se convirtió en un auténtico duelo nuclear a partir de mediados de los años setenta. Abrió el fuego India al realizar su primera prueba atómica en 1974. El éxito tecnológico y militar del país vecino llevó a exclamar a Zulficar Alí Bhutto, entonces primer ministro paquistaní: 'Si India construye la bomba, nosotros también la fabricaremos, aunque para ello debamos comer hierba y hojas'.
Pakistán se proclamó primera potencia nuclear islámica en 1998 tras empatar con India en pruebas atómicas
Este empeño permitió que Pakistán alcanzara la capacidad nuclear en 1982, y gracias a ello, según muchos analistas, evitar un nueva guerra en Cachemira en 1989. En esta región del norte de India se libra desde hace años un conflicto armado entre una guerrilla islámica separatista que, según Nueva Delhi, cuenta con el apoyo de Islamabad y con veteranos de la yihad afgana entre sus filas, y el Ejército indio, que ha causado ya más de 20.000 muertos.
El enfrentamiento volvió a sobrecoger al mundo en mayo de 1998, cuando el Gobierno indio, formado por los nacionalistas del Partido Bharatiya Janata, anunció la realización de cinco pruebas nucleares. La reacción paquistaní no tardó ni tres semanas, y contestó al desafío indio con otras cinco pruebas atómicas subterráneas. El empate fue celebrado con manifestaciones de orgullo nacional en las calles de las principales ciudades y con titulares en la prensa como éste del diario de Islamabad Ausaf: 'Pakistán, primera potencia nuclear islámica del mundo'. Según analistas norteamericanos, India ha almacenado alrededor de 370 kilos de plutonio, suficiente para construir 75 armas nucleares, frente a una producción por parte de Pakistán de 270 kilos de uranio, con los que podría armar una docena de artefactos atómicos. Pero la desventaja del arsenal paquistaní es corregida por su más sofisticada tecnología -aportada por China y Corea del Norte- y por la posibilidad de disparar sus cargas nucleares desde misiles y no sólo desde aviones.
Este duelo permanente ha lanzado a los dos países a invertir ingentes sumas en defensa -el 9% del producto nacional bruto de Pakistán frente al 5% de India, según datos del Congreso de EE UU para 1994- y a reforzar sus alianzas internacionales. Pakistán, que es uno de los tres países que, junto con Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, reconocen al régimen talibán de Afganistán, cuenta con el apoyo de Estados Unidos, China, Irán y Turquía. India ha sido un cliente tradicional de Rusia, al que Washington ha intentado aproximarse sólo en los últimos años.
En el caso de Irán, su capacidad nuclear está aún bajo sospecha. Un informe de la CIA difundido a principios de este mes acusaba al régimen de los ayatolás de intentar desarrollar un programa nuclear con la ayuda de Rusia, China y Corea del Norte, que les proporcionarían la tecnología necesaria para ello.
Concretamente, la CIA advirte contra la ayuda dada por Moscú para la construcción de un reactor nuclear en la central iraní de Bushehr. En juego está la construcción de otros dos reactores y una bolsa de 300.000 millones de pesetas que el presidente ruso, Vladímir Putin, no parece dispuesto a dejar escapar tras el acuerdo de cooperación nuclear y militar firmado con Teherán el pasado marzo.
El régimen religioso de Irán, shií, además, aborrece y condena las herejías y la política de los talibán.
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