Pilar Giménez-Reyna admite que el secretario de Estado de Hacienda ayudó a Gescartera

La presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, admitió ayer en su declaración ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios que su hermano Enrique, ex secretario de Estado de Hacienda, consiguió hacer realidad los deseos de Antonio Camacho, dueño de la agencia de valores, de almorzar con los principales responsables de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La presidenta del organismo regulador, Pilar Valiente, a petición del entonces secretario de Estado de Hacienda, almorzó en dos ocasiones con Camacho, la primera en septiembre de 2000 y la segunda en febrero de 2001.

Los almuerzos se produjeron en un momento apurado en la vida de Gescartera. En septiembre de 2000, tras múltiples tropiezos con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Gescartera consiguió la autorización del Ministerio de Economía, cuyo máximo responsable es Rodrigo Rato, para convertirse en agencia de valores. El pasado 6 de febrero, la CNMV inscribió a Gescartera como agencia de valores tras haber denegado esa inscripción seis días antes (el 31 de enero) por incumplir los requisitos.

Pilar Giménez-Reyna precisó ayer ante la juez Teresa Palacios que Antonio Camacho quería conocer a Pilar Valiente, presidenta de la CNMV, y a Antonio Alonso Ureba, entonces secretario del Consejo, y que ella le pidió a su hermano Enrique, entonces secretario de Estado de Hacienda, que les organizase el encuentro. De esa manera se llegó al primer almuerzo, en septiembre u octubre de 2000, en el restaurante Aldaba de Madrid, al que asistió el ex secretario de Estado de Hacienda, pero no ella. Pagó Gescartera.

La presidenta de Gescartera relató que Valiente les correspondió en marzo de 2001 -febrero, según matizó ayer la CNMV- invitando a comer a Camacho y Ruiz de la Serna en el comedor presidencial del organismo regulador. En este último almuerzo, según Pilar Giménez-Reyna, la presidenta de la CNMV les aleccionó sobre cómo debían actuar dentro de la legalidad ahora que iban a ser agencia de valores, y les manifestó que Gescartera era un proyecto muy interesante y que no podían perderlo. Valiente les aseguró que todo iba a salir 'fenomenal'.

El proyecto muy interesante de Gescartera había sido multado por la CNMV debido a una falta grave antes de aquel almuerzo. Los técnicos de la CNMV habían descubierto anomalías contables -de una inversión de 1.000 millones del Arzobispado de Valladolid sólo habían podido acreditar con documentos 30 millones- y obstrucción a su labor inspectora, que habían concluido con una pequeña sanción y la inhabilitación para ocupar cargos de intermediación financiera de Camacho. Valiente, por tanto, invitó al comedor presidencial al dueño de una agencia al que ella misma, junto a otros directivos de la CNMV, había inhabilitado para administrar ese tipo de sociedades.

Pilar Giménez-Reyna declaró ayer que conoció a Juan Carlos Basallote, director general de Entidades de la CNMV, el funcionario que rechazó la inscripción de Gescartera como agencia de valores el pasado 31 de enero y que la aceptó seis días después sin que hubiera cambiado su situación, cuando se desplazó a la sede de Gescartera, en la calle Moreto, a conocer a José Manuel Pichel, dirigente de la Fundación ONCE, nombrado consejero delegado de Gescartera. Éste no quería ir a la CNMV.

Pilar Giménez-Reyna reconoció también que desde 1995 y antes de ser nombrado alto cargo del Ministerio de Economía, en 1996, su hermano Enrique fue asesor jurídico de Gescartera.

El almuerzo al que asistió la presidenta de la CNMV, Pilar Valiente se inscribe dentro de los cometidos habituales de la presidencia de la Comisión, según indicaron a Europa Press fuentes del organismo supervisor, que precisaron que este encuentro tuvo lugar el pasado febrero, y no en marzo como declaró ayer Pilar Giménez-Reyna ante la juez Teresa Palacios.

Las citadas fuentes se remitieron al comunicado difundido por la CNMV el pasado 10 de agosto, en el que se señala: 'Este tipo de encuentros con representantes de las empresas de servicios de inversión, así como con las sociedades emisoras y en general con las entidades supervisadas por la CNMV, constituye una práctica frecuente que se inscribe dentro de los cometidos habituales de la presidencia de esta Comisión'. Asimismo, las fuentes de la CNMV añadieron que tanto esta reunión como la de noviembre de 2000 entre Valiente y responsables de Gescartera se produjo a petición de Enrique Giménez-Reyna.