La UE propone prorrogar la misión de la OTAN en Macedonia bajo la ONU

Javier Solana informó en la tarde de ayer al presidente macedonio, Borís Trajkovski, sobre la sugerencia de la Unión Europea de prorrogar la misión de la OTAN en ese país durante 'un tiempo limitado', con la incorporación de soldados rusos y preferiblemente bajo el mandato de la ONU, tal y como desea Skopje.

'La función', dijo Solana, será 'garantizar la seguridad y la protección de los observadores civiles europeos', que los Quince van a doblar en número. La idea de crear lo que en jerga diplomática se ha bautizado como una OTAN plus fue esbozada a sus colegas por el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, en la reunión informal que los jefes de la diplomacia de los Quince mantuvieron este fin de semana en la localidad de Genval, a unos 20 kilómetros al sur de Bruselas, a la que, además de Solana, asistieron el presidente de la Comisión, Romano Prodi, y el comisario de Exteriores, Chris Patten.

La actual misión de la OTAN, de un mes de duración y en la que participan alrededor de 4.500 soldados con la exclusiva labor de recoger las armas de la guerrilla albanesa, concluye el próximo día 26. 'Hay que evitar el vacío de seguridad que se creará después de esa fecha', advirtió el ministro belga Louis Michel, cuyo país ejerce la presidencia de la Unión. La sugerencia es que a esta nueva operación se sumen los países de la Unión Europea que no son miembros de la Alianza, así como Rusia y Ucrania.

Fuentes diplomáticas comentaron que 'nadie quiere herir el sentimiento nacionalista' de la mayoría eslava gestando una operación sin recibir antes una petición del Gobierno, ni menos aún realizarla con la reticencia rusa. La UE se muestra inquieta y vigilante sobre la marcha del debate de las reformas políticas en el Parlamento macedonio. 'Es importante no bajar la guardia y lograr sobre todo que se cumpla el calendario', declaró Michel, quien lanzó un mensaje a Skopje: 'La ayuda económica está ligada al cumplimiento de la reforma'. En el horizonte está la celebración, el próximo 15 de octubre, de una conferencia internacional de donantes, siempre y cuando el Parlamento macedonio haya refrendado para entonces el acuerdo político suscrito el pasado 13 de agosto por eslavos y albaneses que otorga mayor poder a éstos.

El lluvioso fin de semana de Genval fue aprovechado por la presidencia belga para avanzar las primeras ideas de lo que debe ser el camino hacia la reforma constitucional de la UE y la Conferencia Intergubernamental (CIG) de 2004, propuesta por Alemania en la cumbre de Niza en diciembre último, una vez que los países candidatos estén ya en el umbral del ingreso en la Unión.

Sobre el papel, los Quince están decididos a hacer propósito de enmienda sobre cómo se cocinó el criticado Tratado de Niza. 'Queremos encontrar un mecanismo lo más democrático y transparente posible', avanzó el ministro Michel, quien dijo que hay consenso para que antes de esa CIG se establezca una convención, sea con un presidente o una presidencia colegiada -presídium la llaman los belgas- en la que estarían representados los Gobiernos, el Parlamento Europeo, los Parlamentos nacionales y la Comisión.

También hay consenso para que los países candidatos participen de algún modo en los trabajos de tal convención e igualmente existe coincidencia en crear paralelamente un foro civil en el que estén las ONG. Esa plataforma empezará a trabajar al final de la presidencia española -en el primer semestre de 2002-, tendrá un mandato de unos 12 meses y entregará a la futura CIG 'no unas conclusiones, sino una serie de opciones', subrayan fuentes diplomáticas, sobre los cuatro grandes temas que están a debate después de Niza: el reparto de competencias entre la UE y los Estados (y el de Estados con las regiones), la simplificación de los tratados comunitarios, la función del Parlamento Europeo y el estado de la Carta de Derechos Fundamentales.