El Gobierno recibe 270 proyectos para ayudas al Tercer Mundo

La dirección de Cooperación al Desarrollo del Gobierno vasco ha recibido este año 270 proyectos elaborados por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y entidades sin ánimo de lucro afincadas en Euskadi para ayudar a las zonas menos favorecidas del planeta. En estos momentos, el Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe está evaluando la viabilidad de los planes y el próximo mes de octubre tiene previsto anunciar los que reciban ayuda pública. Los 270 proyectos suponen un 14% más que los presentados a la convocatoria del año pasado.

La actividad de las ONG vascas empezó a crecer de manera espectacular a partir de 1988, año en el que el Gobierno de Vitoria comenzó a respaldar económicamente sus proyectos. La principal fuente de financiación es el Fondo de Ayuda y Cooperación al Desarrollo, dependiente de la dirección de Cooperación, aunque también cuenta con una contribución de las tres diputaciones. Para este año, el Fondo dispone con 3.850 millones de pesetas, una cantidad similar a la que dispuso en 2000.

Los 270 proyectos se reparten en tres categorías: los presentados por asociaciones sin ánimo de lucro y ONG (200); los de formación y asistencia técnica, que han sido realizados por empresas con ánimo de lucro y otro tipo de entidades como la universidad (30) y los proyectos con destino a Euskadi, que inciden en la sensibilización sobre temas relacionados con el tercer mundo (40). El director de Cooperación al Desarrollo, Mikel Burzako, indicó a EL PAÍS que el primer bloque se lleva el 50% del Fondo, el segundo el 40% y el tercero el 10% restante. Sin embargo, en la práctica se suele derivar parte del dinero de los bloques segundo y tercero al primero porque es donde más peticiones hay. Al final, de un 50% pasa a un 70%.

El conjunto de los proyectos presentados suponen una petición de 9.200 millones. En 1999 se presentaron 272, con una demanda de 7.700 millones y el año pasado 230 (7.200 millones). El descenso en el número de planes se debió, según Burzako, a un cambio en el decreto que exigía una presentación de los proyectos diferente a la que se había realizado hasta ese momento. 'Muchas organizaciones no estaban preparadas para presentarlos, pero ahora ya se han acostumbrado', explica el director de Cooperación al Desarrollo

El grueso de los proyectos tienen como destino América Latina (78%). Hacia África se dirigen un 14% y para Asia va el 8%. Estos porcentajes son similares a los de otras convocatorias. El hecho de que el Fondo esté abierto a empresas, es decir a entidades con ánimo de lucro, ha sido cuestionado en ocasiones por las Organizaciones No Gubernamentales. Burzako asegura que el Gobierno 'mira con lupa' los proyectos de las empresas y que incluso se les imponen condiciones más estrictas que a otras instituciones. 'Aunque la convocatoria es abierta, la participación real de empresas privadas es mínima, suponen un montante pequeño en las ayudas y los proyectos se controlan de cerca para evitar un posible lucro', precisa.

Después de la criba, el Gobierno aprueba entre 120 y 140 proyectos. En los últimos años la cifra ha caído porque los presupuestos medios de los proyectos son mayores. De 30 millones se ha pasado a 40 millones de importe medio. El año pasado se aprobaron 128 proyectos. Ahora estarán en torno a los 110, vaticina Mikel Burzako.

El responsable de los proyectos de cooperación de la ONG Hirugarren mundua eta pakea- Paz y Tercer Mundo, Gorka Ramírez, reconoce que la implicación económica de las instituciones vascas con el desarrollo en el tercer mundo es 'importante'. Sin embargo, cree que es necesario que las convocatorias del Fondo de Cooperación y Ayuda combinen más las cuestiones técnicas de los proyectos con aspectos de tipo cualitativo, como si se cumplen los objetivos previstos.

Empresas, ayuntamientos, Gobierno y diputaciones destinarán este año cerca de 7.000 millones a la cooperación internacional. El presupuesto de la dirección de Cooperación al Desarrollo del Gobierno vasco es de 4.750, de los que 3.850 van a parar al Fondo y el resto se reparte en ayudas humanitarias y becas para cooperantes. El crecimiento de estas ayudas en el Ejecutivo ha sido espectacular desde 1998, último año del Gobierno de José Antonio Ardanza, cuando se fijó en 3.850 millones la cantidad para los proyectos de desarrollo.