La causa de una de las muertes por diálisis en Valencia fue de naturaleza tóxica
La Generalitat admite que el fallecimiento se debió a una causa 'anormal o irregular'
La nota pública facilitada por la Consejería de Sanidad a última hora de la tarde de ayer señala que en una de las necropsias de las dos mujeres -de 77 y 66 años- fallecidas el día 29 tras someterse a una sesión de hemodiálisis en la Clínica Virgen del Consuelo de Valencia se ha detectado 'un fallo multiorgánico con daño miocárdico severo agudo de aparente naturaleza tóxica'. El informe forense añade que se han encontrado signos de edema -aumento de líquido en los tejidos- y rabdomiolisis -destrucción de masa muscular-.
Fuentes sanitarias consultadas apuntan hacia dos posibles orígenes de la toxicidad: el exceso de toxinas procedentes del proceso de esterilización realizado sobre los dializadores en fábrica o una inadecuada limpieza de los filtros antes de introducirlos en la máquina de diálisis, lo que se realiza en la unidad de hemodiálisis por el personal sanitario. Las mismas fuentes explican que el proceso de destrucción de la musculatura puede dilatarse en el tiempo o producirse de forma muy rápida en función de la presencia del agente que la causa. En el caso al que se refería ayer la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana se habría producido una acidosis metabólica masiva. Ello explicaría que los fallecimientos sobrevinieran en los últimos instantes de la sesión de hemodiálisis o poco tiempo después, lo que es común a los seis pacientes que han muerto tras pasar por el servicio de hemodiálisis de la Clínica del Consuelo. Se da la circunstancia de que la rabdomiolisis es el efecto mortal que ha causado el medicamento Lipobay en varios pacientes con problemas de colesterol, una afección también muy común, según las fuentes consultadas, entre los enfermos de insuficiencia renal, informa Lydia Garrido.
Identidad desconocida
Sanidad no ha especificado a cuál de las mujeres fallecidas corresponde la necropsia facilitada. Fuentes del departamento que dirige Serafín Castellano sí señalaron que el hecho de que no se hayan encontrado restos de la misma sustancia en la otra necropsia no implica necesariamente que no haya fallecido por la misma causa. Según Sanidad, el forense apuntó la posibilidad de que al haber sufrido una muerte más rápida, el tóxico no quedara impregnado en la paciente y no haya dejado restos. El texto facilitado por el Gobierno valenciano destaca que la muerte 'se pudo producir por causas no naturales' por lo que la consejería ha trasladado el análisis al Ministerio Fiscal. Es decir, según admitió Sanidad, que el fallecimiento se produjo debido a una situación 'anormal o irregular'.
El abogado de la asociación de enfermos renales ALCER, sin embargo, evitó considerar el estudio como concluyente y remitió a los informes que está elaborando el Instituto Carlos III para determinar 'cuál es el elemento tóxico que ha podido provocar el fallecimiento'. Los análisis practicados por la Generalitat descartan que el origen se encuentre en el agua que empleaba la clínica o en los líquidos de hemodiálisis. Los informes relativos a estos aspectos 'no han detectado anomalías que pudieran repercutir en la salud de los pacientes dializados', según el Gobierno valenciano.
Esta documentación se añadirá a las diligencias previas que está tramitando el Juzgado Número 7 de Valencia, que ha asumido las seis denuncias presentadas por los familiares de los seis pacientes fallecidos en Valencia entre los días 21 y 29 de agosto. Responsables del juzgado exhumaron ayer el cuerpo de Vicenta Ibáñez, de 74 años, en el cementerio de Benimaclet (Valencia), fallecida el día 21 de agosto, tras ser dializada en la Clínica el Consuelo, y cuyos restos también serán analizados por el Instituto Anatómico Forense. Esta acción se enmarca en las diligencias puestas en marcha para determinar el origen de las muertes, a las que se se sumará la toma de declaración del personal sanitario de la clínica, previsto para dentro de dos semanas, según fuentes judiciales.
Las primeras cuatro muertes de enfermos renales supuestamente relacionadas con un fallo del filtro hemodializador Althane A-18 de la empresa Baxter en sus sesiones de diálisis tuvieron lugar en el hospital de la Princesa de Madrid entre los días 15 y 18 de agosto. A los seis fallecidos en la clínica valenciana entre el 21 y el 29 de agosto, se suman otros dos fallecimientos en Barcelona.
Los resultados de las autopsias salen a la luz dos días después de que el presidente de la Comunidad, el popular Eduardo Zaplana cargara con dureza contra la multinacional. 'Todo apunta', señaló, a Baxter como responsable de las muertes. 'Quien haya cometido el fallo tendrá que pagar por ello', sentenció. El discurso de Zaplana no sólo cargó contra Baxter, sino que trató de exculpar a su consejería. En un tono similar, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, acusó a la proveedora de productos farmacéuticos de no informar 'inmediatamente', razón por la cual, la alerta sanitaria no actuó 'convenientemente'.
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