La familia de uno de los seis fallecidos en el brote de legionela de Pamplona presenta una querella

La familia de uno de los seis pacientes fallecidos en agosto durante el brote de legionela del hospital Virgen del Camino de Pamplona ha presentado una querella criminal contra los responsables sanitarios del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

Se trata de la primera acción penal derivada del grave brote infeccioso que padeció este hospital público navarro el mes pasado. Santiago Cervera, consejero de Salud del Gobierno de Navarra, debe explicar hoy ante el parlamento regional las circunstancias del brote, que ya está erradicado y que afectó a 19 pacientes. Seis de ellos fallecieron y dos aún continúan ingresados a causa de la neumonía provocada por la bacteria. Cervera asegura que no existe ningún tipo de responsabilidad culposa ni de su departamento ni del personal técnico o directivo del centro sanitario. Considera que la gestión sanitaria de la crisis fue 'excelente'.

No opinan lo mismo Pilar Asiáin, viuda de Enrique Martínez, ni sus cinco hijos. La familia de este hombre de 71 años, fallecido el 17 de agosto tras contraer legionela en el centro hospitalario, confía en que el juez instructor investigue lo sucedido y determine 'quién es el responsable directo' de la muerte del paciente.

Los querellantes imputan 'a quienes resulten implicados en los hechos' la comisión de un delito de imprudencia con resultado de muerte, otro de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos debido a la publicación del historial médico del paciente, así como dos delitos de prevaricación por omisión, en concurso con otro de coacciones. Este último se basa en la denegación por el Servicio Navarro de Salud de la entrega del historial médico del fallecido y de los resultados de la autopsia.

El Servicio Navarro de Salud ya ha ordenado la sustitución de las conducciones de agua caliente del centro donde se localizó el foco. Las tuberías de hierro se sustituirán por otras de PVC.

Por otra parte, el hospital de la Vega Baja de Orihuela (Alicante), donde se han registrado tres casos de legionela en los últimos días, ha instalado un sistema de ionización del agua para evitar nuevos casos.