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El Ayuntamiento gastará 100 millones en arreglar los desperfectos ocasionados por el campamento de Sintel

Antonio Jiménez Barca

Los desperfectos causados por los obreros de Sintel en los 187 días de acampada en el paseo de la Castellana costarán al Ayuntamiento más de 100 millones de pesetas, según calculan varios miembros del equipo de Gobierno municipal, del PP. Sólo en limpiar el campamento y en retirar el millón de kilos de basura, se gastaron este fin de semana más de 50 millones de pesetas en sueldos extra a barrenderos y basureros, según el concejal de Limpieza, Alberto López Viejo. 'Los obreros de Sintel aseguraron que iban a colaborar en la limpieza, que iban a dejarlo todo mejor de como lo habían encontrado, y lo único que han dejado es un millón de kilos de basura', añadió el edil.

El campamento fue ayer visitado, además de por López Viejo, por el edil de Salud, Simón Viñals, que dirigió las labores de desinfección ('la factura ha sido de 400.000 pesetas', señaló el concejal), y la primera teniente de alcalde, Mercedes de la Merced, que denunció también que los trabajadores de Sintel incumplieron su palabra de colaborar con el desmantelamiento del poblado. Habrá que arreglar zonas verdes, alcantarillas y aceras.

Por su parte, Cristina Narbona, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento, acusó al concejal de Limpieza de 'echar materialmente a los trabajadores de Sintel, que querían participar en las labores de desmantelamiento'. Narbona prosiguió: 'Pero el señor López Viejo no estaba dispuesto a que le quitaran el protagonismo de los trabajos'. La concejal del PSOE denunció que López Viejo tratara a los obreros de Sintel 'de una manera hostil y despreciativa'. 'Durante los seis meses en que ha durado la acampada, el señor López Viejo no ha aparecido por la Castellana, ni él ni sus operarios, condenando a los trabajadores de Sintel a la suciedad'. También el concejal de IU Ángel Lara tachó de 'indignantes' las declaraciones de los concejales del PP relativas a Sintel. 'Ahora vienen a decir que ha habido problemas de suciedad y de higiene. ¿Por qué no vinieron antes, cuando los trabajadores estaban aquí? ¿Por qué no pusieron letrinas o contenedores?', se preguntó Lara.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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