Rajoy y Balza estudian colaborar en la lucha contra la violencia callejera

Durante hora y media los dos responsables de Interior de los Gobiernos español y vasco, Mariano Rajoy y Javier Balza, pusieron sobre la mesa sus máximas reivindicaciones en la sede del Ministerio del Interior. Esta reunión ha sido consecuencia directa de la entrevista entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en La Moncloa el pasado lunes.'Razonablemente satisfecho', dijo sentirse Rajoy tras la reunión. 'Mi valoración es positiva, si bien todavía ha sido escaso el nivel de concreción', dijo Javier Balza.

La cordialidad estaba asegurada, pues ambos políticos la tienen acreditada tras años de encuentros en responsabilidades anteriores. Ambos también acreditaron su voluntad 'de luchar contra el único enemigo: ETA', dijeron casi con las mismas palabras. Pero había que pasar a lo concreto. Del relato de cada uno se manifiesta que ambos pusieron sobre la mesa sus respectivos programas máximos de demandas respecto a las que habrá una respuesta a últimos de mes cuando se reúnan sus segundos: El viceconsejero de seguridad, Mikel Legarda, y el secretario de Estado de Seguridad, Pedro Morenés.

El consejero vasco de Interior esperaba conocer en la reunión de ayer 'el plan de Rajoy' contra la violencia callejera en el País Vasco. Pero de momento no existe, toda vez que el ministro del Interior lo que le propuso es realizar un plan conjunto. Las medidas de Rajoy se agrupan en tres bloques: coordinación de la información sobre el terrorismo; participación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en las tareas propias de la policía autónoma vasca contra la violencia callejera y contra la inseguridad ciudadana. Por último, un bloque de propuestas 'políticas' tendentes a que el Gobierno vasco y el PNV no critiquen actuaciones del Ejecutivo central tanto cuando haya que pedir extradiciones de etarras como cuando se trate de actuaciones de los jueces contra la banda terrorista.

Tras la reunión, Balza fue preguntado sobre si su Gobierno está dispuesto a que la policía autónoma trabaje junto a la Guardia Civil y la policía nacional. 'Tenemos la disposición absoluta y abierta de aunar esfuerzos entre los tres cuerpos', señaló. Antes y después aludió a las 'tareas de información' con la demanda de que el Gobierno español facilite al vasco todos los datos provenientes de Francia.

Pero las propuestas de Rajoy sobre la participación de la policía nacional y la Guardia Civil fueron muy concretas. 'Puesta en marcha de un plan de acción contra el terrorismo callejero que aúne todos los instrumentos en materia de información, prevención y represión de este fenómeno'. Rajoy ofreció, en segundo lugar, que las Fuerzas de Seguridad del Estado 'puedan colaborar con la Ertzainza, a requerimiento del Gobierno vasco, en el mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana', tal y como prevé el artículo 17.6 del Estatuto de Autonomía del País Vasco. Rajoy dejó en todo momento claro que tenía que ser el propio Gobierno vasco quien autorizara esta participación, ya que las competencias en violencia callejera y combate de la seguridad ciudadana correspondían a la policía autónoma. Ahora bien, ya se ha saltado esa norma recientemente con el convenio de colaboración al que llegaron los dos Ejecutivos para que los tres cuerpos pudieran actuar como servicio de escoltas.

La diferencia de criterios sobre el papel de cada fuerza de seguridad se concretará en próximas reuniones con los segundos de cada departamento, pero ayer hubo una muestra de las diferentes perspectivas ya que el consejero Balza de lo que quería hablar era de las dificultades que tiene la Ertzainza para llevar a cabo su labor y no tanto de que sintiera necesidad de refuerzo numérico de los cuerpos de seguridad del Estado. De entrada, Balza pidió al ministro dotación para aumentar en 150 policías autónomos los efectivos actuales. Después la convocatoria urgente, este mismo mes, de la Comisión Nacional de la Policía Judicial, que reúne a los ministros de Interior y Justicia, al presidente del Poder Judicial, al Fiscal General del Estado y al consejero vasco de Interior. Se trata de resolver las dificultades de la Ertzainza para aparecer como policía judicial, lo que le impide, por ejemplo, realizar intervenciones teléfonicas.

La vieja reivindicación del Gobierno vasco sobre su participación en las instituciones europeas la planteó ayer de nuevo el consejero vasco. 'Si se pide la colaboración del Gobierno vasco en el contexto de la Unión Europea, estamos dispuestos, pero con la participación del propio Gobierno vasco en estos foros'. Balza pidió directamente que representantes de su Gobierno 'participen en los consejos de ministros de la Unión Europea'.