El presidente de Bulgaria encarga la formación de Gobierno al ex rey Simeón
El acuerdo de coalición, a punto de cerrarse
El ex soberano búlgaro Simeón de Sajonia-Coburgo Gotha recibió ayer de parte del presidente de la República, Petar Stoianov, el mandato de formar Gobierno como resultado de la victoria de su formación política en las elecciones parlamentarias de junio. Simeón, que fue expulsado de su país en 1946 por los comunistas, se convierte así en el único monarca europeo que, después de haber reinado y ser derrocado, acepta ser jefe del Gobierno republicano de su país.
'Señor de Sajonia-Coburgo Gotha, os encargo constituir el nuevo Gobierno búlgaro y os deseo mucho éxito', declaró Stoianov al nuevo primer ministro, de 64 años, quien busca una amplia coalición gobernante, en cuyas negociaciones sólo ha excluido a los antiguos comunistas.
Será el Parlamento búlgaro el que deba aprobar la lista de ministros y los eventuales cambios en el número de carteras en una sesión prevista para el día 24, fecha para la que el antiguo monarca pretende tener formada una sólida coalición. El Movimiento Nacional Simeón II (NDS II, en sus siglas en búlgaro) obtuvo en los comicios 120 de los 240 escaños del Parlamento, por lo que tendrá que aliarse con uno o dos partidos más, ya que Simeón no sólo quiere una mayoría suficiente sino un amplio consenso para llevar a cabo su programa de reformas.
Simeón II ha pedido un plazo de más de dos años para introducir reformas económicas, combatir la corrupción y hacer gestiones para el ingreso de Bulgaria en la OTAN y en la UE. El futuro primer ministro declaró ayer que dispone de un 'reloj especial' que medirá el periodo fijado en su programa para propiciar un cambio fundamental en una Bulgaria sumida un decenio después de la caída del comunismo en la miseria y la corrupción. Los políticos poscomunistas de derecha e izquierda han decepcionado a la población, que ha puesto sus esperanzas en 'el rey que viene de Madrid', donde residió durante decenios.
El NDS II intenta entrar en coalición con el Movimiento por los Derechos y las Libertades (DPS) de la minoría turco-búlgara, que tiene 21 escaños, y con las Fuerzas Democráticas Unidas (ODS), con 51 diputados. Las negociaciones con el DPS están ya casi concluidas, pero no proporcionarán al 'rey ciudadano' los dos tercios que dice necesitar para efectuar cambios orgánicos y, además, le harían depender de la minoría turco-búlgara. La alianza con la ODS sería suficiente para poder modificar la Constitución y quizá para reinstaurar la monarquía, según apuntan los observadores.
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