México crea el espacio centroamericano

México y los siete países de América Central acometen un ambicioso proyecto de desarrollo regional, polémico políticamente, cuyo objetivo es crear empleos, combatir la pobreza y reducir el masivo éxodo de braceros hacia Estados Unidos. El Plan Puebla-Panamá afectará a 64 millones de personas. Sus adversarios, entre ellos la izquierda y la guerrilla zapatista de Chiapas, uno de los Estados mexicanos afectados, lo consideran retórico, contrario a los intereses de las comunidades indígenas, o sometido a la voracidad de los capitales norteamericanos.

'Sería muy lamentable que cuando hay un Gobierno, como el del presidente Vicente Fox, que por primera vez asume el compromiso de desarrollar una región abandonada (...) este proyecto fuera vulnerado por presiones políticas y dogmáticas', declaró Florencio Salazar, coordinador mexicano. México tiene 31 Estados y está dividido entre un norte pujante y asociado comercialmente a Estados Unidos, y el sur subdesarrollado, cantera de emigrantes. Cientos de miles, mexicanos y centroamericanos indocumentados, cruzan anualmente la frontera del norte.

Generará mano de obra barata, pero eso es mejor que el paro, dicen sus defensores

El proyecto establece 25 iniciativas, una 'cláusula democrática' y la construcción de carreteras, vías ferroviarias, aeropuertos, puertos, interconexiones energéticas, y el fomento del turismo. Los corredores unirán los Estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, con Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Sus presidentes, incluido el mexicano, acordaron en una reciente cumbre en El Salvador que los apoyos económicos requeridos sean gestionados por una Comisión de Ingeniería Financiera, encabezada por Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, e integrada por los ministros de Hacienda.

El presidente mexicano es el principal promotor del pretendido despegue de un territorio de un millón de kilómetros cuadrados, un PIB de 400.000 millones de dólares, y pródigo, en el pasado, en cuartelazos y regímenes cívico-militares. Los antecedentes centroamericanos determinaron que los socios estén obligados a respetar el pluralismo y los ordenamientos constitucionales vigentes. La democracia, según se establece en el acuerdo de objetivos, continuará siendo el factor esencial de la estabilidad política y social. 'Con esto la región entra en una nueva etapa', destacó Fox. 'Este proyecto tiene un gran atractivo para otros países y otras regiones del mundo que ya gozan de desarrollo'.

El Plan Puebla Panamá compromete la configuración de una red de fibra óptica para integrar las comunicaciones, un mercado de telecomunicaciones, y el respeto del medio ambiente, el patrimonio cultural y los recursos ambientales; también procurará el desarrollo humano y generar una cultura de prevención de los desastres naturales, de los huracanes y terremotos que periódicamente malogran los esfuerzos de desarrollo de países todavía precarios. Facilidades aduaneras para multiplicar el intercambio comercial, cambios institucionales, la reducción de las regulaciones para atraer a la inversión privada, la recuperación de las pequeñas y medianas empresas y la homologación de los tratados son otras de las metas.

Los promotores del proyecto, empeñados en fortalecer el esquema de libre comercio y con una visión empresarial, anticipan la construcción de un gran pasillo vial en la zona del Pacífico, otro en la del Atlántico y otros en el sureste mexicano. La interconexión energética arrancará del polo Guatemala- Belice, siguiendo el trazado de gaseoducto centroamericano.

El proyecto causará la desintegración de México, según Cuauhtémoc Cárdenas, ex candidato presidencial y dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), izquierda. El norte, manifestó, quedará integrado con EE UU, y el sur será una economía de servicios 'ajustada a los intereses hegemónicos del poderoso país del norte'. Florencio Salazar pidió el beneficio de la duda y el abandono de posiciones políticas incapaces de ofrecer un plato de comida a quien lo necesita. La mitad de los habitantes de América Central vive en la pobreza.

El catedrático Andrés Barreda, autor del libro Producción energética y hegemonía mundial, considera que a EE UU le conviene la creación de un inmenso istmo atravesado 'de numerosos corredores de ciudades y vías de transporte, lleno de locales maquiladores (cadenas de montaje) que aprovechen la mano de obra barata'. Sus defensores argumentan que, efectivamente, la mano de obra será barata, pero mejor que el desempleo, el analfabetismo, la desnutrición, la dispersión y la miseria existentes.