La autoridad financiera alerta de los riesgos especiales que corre la banca por Internet

Gonzalo Gil, que clausuró unas jornadas sobre la nueva economía organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, lanzó una señal de alarma ante los peligros que puede generar la banca electrónica. En España existen tres bancos virtuales con ficha propia: Patagon, filial de BSCH, Uno-e, de BBVA, y bancopopular-e.com, que pertenece al Banco Popular.

Gonzalo Gil, en el primer discurso que realiza desde su nombramiento, hace casi un año, subrayó los momentos de incertidumbre que vive el sector, especialmente por el desconocimiento de los efectos de la desaceleración estadounidense, y explicó que las dudas surgen 'en torno a la incidencia presente y futura de las nuevas tecnologías'.

El número dos del Banco de España explicó que, tras el optimismo desaforado de hace un año, ahora se reconoce que las cifras de Internet estaban infladas y que las previsiones lanzadas sólo podían sostenerse con unas 'pérdidas desmesuradas'.

Según el subgobernador, el creciente pesimismo sobre las nuevas tecnologías fomenta interpretaciones negativas de cualquier nuevo dato. Gil no quiso saturar su discurso de tintes catastrofistas y añadió: 'Mantengo una postura de prudencia, pero decidido optimismo porque estoy convencido de que estamos empezando a vivir una etapa de profundas transformaciones estructurales'.

A pesar de ese optimismo, el subgobernador no cree que la nueva economía se vaya a regir por criterios distintos a los de las actividades tradicionales e indicó que 'la desaceleración de la economía americana ha puesto de manifiesto que los viejos ciclos continúan plenamente vigentes'.

Aunque la banca está llamada a transformarse, existe una serie de riesgos que las nuevas tecnologías añaden a la actividad bancaria. El primero de ellos es el de los créditos, que son más inciertos en una actividad electrónica que en otra tradicional. Existe también un riesgo de mercado, que se acentúasi se recurre a la venta de créditos, y un riesgo de tipo de cambio, si los bancos se expanden fuera de Europa. Gil destacó un riesgo de concentración con el que aludía a las grandes inversiones que han afrontado las operadores de telecomunicaciones. Los riesgos de la banca electrónica son para Gil el estratégico (planificación poco rigurosa del negocio) y el operacional, derivado de su alto contenido tecnológico. El Banco Internacional de Basilea prepara una legislación que recogerá estos aspectos, que entrará en vigor en 2004.

El subgobernador del Banco de España no valoró las turbulencias que viven las cajas sevillanas, pero recordó que siempre han subrayado que los directivos de las cajas deben ser 'profesionales del sector. Lo decimos desde hace muchos años, aunque parece ser que con poco éxito'.