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El 'gay' aprende su diferencia a través del insulto, afirma Didier Eribon

El estudioso publica una obra de referencia sobre la homosexualidad

Jacinto Antón

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Desde el análisis de la vivencia del homosexual al estudio de cómo se refleja la identidad gay en la obra de Proust, Gide o Foucault, el libro de Eribon, que parafrasea el título de Sartre sobre la cuestión judía, es una obra en la que se profundiza con finura intelectual en las claves de la cultura gay.

'He querido responder a algunas preguntas sobre el proceso de socialización gay', explicó el lunes en Barcelona Eribon, que puntualizó que su libro se centra en la homosexualidad masculina, aunque algunos análisis, dijo, son también válidos para la femenina. 'He querido demostrar que el gay está definido por el orden social antes de que él mismo sea consciente de lo que es. Empiezo mi análisis por la injuria porque me parece lo que más define la existencia gay. Lo único que engloba a todos los gay es haber vivido esa experiencia del insulto. Un gay es una persona que alguna vez fue tratada de mariquita o que, aunque no tuvo esa experiencia directa, toda su vida ha oído esa injuria y sabe que podría haberla sufrido. La relación con la sociedad, con el mundo, está mediatizada por esa injuria. Se ha inscrito en la mente del individuo y ha fabricado la conciencia'.

A juicio de Eribon, el psicoanálisis se ha revelado un fracaso cuando intenta hablar de los homosexuales porque tiene muy poco en cuenta la experiencia social y se limita a explicar al gay como una disfunción de la familia.

En su libro, el estudioso señala la especial relación del homosexual con la cultura. 'Cuando digo que el gay está más marcado por la cultura, me baso en trabajos sociológicos que lo demuestran: en medios sociales similares, un gay leerá libros que su equivalente heterosexual no leerá. Buscará identidad en la cultura'. Eribon tiene una respuesta a por qué hay tantos peluqueros gay: 'Es la profesión normal que se acerca más a la artística, y eso permite escapar de su extracción social a los gay de clases más populares'.

El estudioso se declara 'inmensamente marcado' por Foucault, y desde la admiración ha desmenuzado los diferentes análisis 'contradictorios' de la homosexualidad que hizo el filósofo. 'La historia personal de Foucault como gay permite redescubrir sus trabajos. Sus discursos sobre la homosexualidad son momentos de la historia más que instrumentos teóricos para pensar la historia'. Según Eridon, en su última etapa, con la idea de la creación cultural de uno mismo, Foucault conecta con Oscar Wilde y entronca con una tradición que incluye a los helenistas de Oxford y pasa por Gide y Genet.

De la elección de un alcalde gay en París, el socialista Bertrand Delanoë, Eribon apuntó que es un acontecimiento importante, pero que no ha de hacer olvidar que el Partido Socialista Francés (PSF) 'no ha descubierto hasta muy recientemente a los homosexuales como electores'. Él, en todo caso, no votó por Delanoë a causa de la política de inmigración del PSF.

Especialista en el gran estudioso de las religiones Georges Dumézil, al que ha defendido de las acusaciones de simpatía hacia los nazis (Faut-il bruler Dumézil?, Flammarion, 1992), Eribon considera que el caso de Mircea Eliade es diferente: 'Encontré documentos que probaban que Dumézil fue antinazi y acusarlo de lo contrario es un error gravísimo. De Eliade, en cambio, se han hallado documentos que muestran su antisemitismo'.

Didier Eribon, fotografiado el lunes en Barcelona.
Didier Eribon, fotografiado el lunes en Barcelona.
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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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