Enron pagará a los regantes 450 millones de pesetas en 13 años

El gas natural es un combustible más limpio que el carbón o el fuel-oil, los materiales utilizados en las centrales térmicas convencionales para producir energía. Es más eficiente (un 56% frente a un 36% de las tradicionales) y rebaja las emisiones contaminantes, que contribuyen al cambio climático.

Enron sostiene que se ajusta a las directrices comunitarias para reducir los gases causantes del efecto invernadero en la planta de Arcos de la Frontera, así consta también en la declaración de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente. Pero una de las quejas de los opositores al proyecto es que no se analiza el impacto ambiental teniendo en cuenta la suma de todas las emisiones que producirían las tres plantas (Enron, Guadalcacín Energía y Unión Fenosa) cuando comenzasen a operar.

Amén de las emisiones atmosféricas, la plataforma anti-térmica hace hincapié en los vertidos y en el consumo de agua. Precisamente, la autorización del agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir será recurrida por algunos organismos y organizaciones. La Consejería de Medio Ambiente estudia, entre otros, presentar un recurso contra este permiso para que la planta pueda captar del embalse de Guadalcacín II un volumen máximo anual de 12,24 hectómetros cúbicos al año durante un plazo de 30 años. La concesión establece que la empresa tendrá que devolver al cauce del río Majaceite un total de 3,68 hectómetros cúbicos anuales.

La empresa Enron firmó, además, con la comunidad de regantes un acuerdo para aportar 450 millones de pesetas en 13 anualidades para obras de mejora. La compañía justificó la firma de este convenio entre ambas partes, que la plataforma interpreta como un método de comprar voluntades. 'Nos tienen que dar el mismo trato que a cualquier usuario y no podemos hacer uso del canal sin contribuir al mantenimiento', dijo un portavoz.