Bueno Álvarez, premio Andalucía con la historia de una familia en decadencia

El título de la novela alude a la petición que el anciano Eliseo Guzmán hace a sus hijos. 'Eliseo les pide que lo lleven a su pueblo por última vez. Quiere ver la casa, el cementerio, el pueblo donde están sus raíces. Vivió allí hasta los años sesenta. Huyó a Madrid con su familia cuando su hija quedó embarazada. No podía soportar ese baldón sobre su familia. Malbarató sus posesiones y se fue a Madrid', relata Bueno Álvarez.

El autor de la novela señala que una actitud de este tipo 'les puede parecer imposible a los jóvenes actuales que viven en un medio urbano'. 'Pero en los años sesenta era algo que podía ocurrir en un pueblo de Jaén de entre 10.000 y 20.000 habitantes como el que describe la novela. En aquella época había chicas embarazadas a las que encerraban de por vida en una habitación o les arrebataban a sus hijos para que los criaran otras familias', asevera el novelista.

Eliseo Guzmán había nacido en una familia 'sostenida por la fortuna de su abuelo, un indiano que volvió enriquecido de América'. El fusilamiento de su padre en la guerra civil siembra 'la semilla del rencor en Eliseo'. 'Le acentúa el conservadurismo, el tradicionalismo...', dice. Cuando el franquismo va decayendo, 'Eliseo contempla cómo su mundo, dividido en vencedores y perdedores, se desmorona'.

Realismo

El último viaje de Eliseo Guzmán es la tercera novela de Juan Antonio Bueno. Será publicada en septiembre en la colección de narrativa hispánica de Alfaguara. Sus dos obras anteriores son La verdad inútil (Huerga & Fierro, 1999) y Las estrategias del bachiller (Edaf. 2001).

El jurado del Premio Andalucía estuvo presidido por el escritor Jorge Edwards y formado, además, por la periodista Nativel Preciado, el académico Domingo Ynduráin, el crítico Santos Sanz Villanueva y el ganador de la anterior edición, Antonio Orejudo.

En el fallo se afirma que El último viaje de Eliseo Guzmán 'representa la tradición del realismo literario español y penetra con dramatismo y eficacia en el mundo de los conflictos familiares y generacionales con un lenguaje cuidado y personajes de sólida coherencia'.

Bueno Álvarez, que se presentó al premio con el seudónimo de Luis Montero, se confiesa 'deudor de la tradición literaria del Lazarillo, Cervantes, Galdós, Clarín y Baroja'. Con todo, rechaza que el realismo de su novela sea tradicional. 'La voz del narrador disiente de las voces de los personajes. Hay una variedad de puntos de vista', concluye el escritor.

Al XVI Premio Andalucía de Novela se presentaron 316 originales, lo que supone un récord de participación en este certamen. La mayoría de las obras, un 70% aproximadamente, procedía de España, aunque ha habido un aumento de los originales enviados desde América, que alcanzan el 30% restante.

En las anteriores ediciones obtuvieron el Premio Andalucía de Novela Pepa Roma (Mandala), Montserrat Fernández (Gramática griega), Benjamín Prado (No sólo el fuego) y Antonio Orejudo (Ventajas de viajar en tren), entre otros autores.