Berlusconi se une a Aznar en el apoyo a la nueva iniciativa de defensa de EE UU
El presidente español pide 'nuevas fórmulas de consenso' en la política de seguridad
Para el primer ministro italiano, el proyecto estadounidense no aumentará el riesgo de que prolifere el número de misiles nucleares de largo alcance. El líder de Forza Italia, acompañado de una numerosa delegación, expresó su apoyo a la prevista ampliación de la OTAN hacia países del Este, hasta hace unos años influidos, dijo, por "el comunismo" y "el ateísmo". "Pero hay que hacerla con una gran atención hacia Rusia", precisó.
El presidente del Gobierno español, José María Aznar, se había significado el día anterior por su apoyo al escudo antimisiles ante la sorpresa del resto de algunos líderes europeos. En la misma línea Berlusconi también hizo comentarios la semana pasada interpretados como un alejamiento italiano de los compromisos de Kioto.
El primer ministro italiano quiso tranquilizar ayer a la UE y recordó que su país ya suscribió los acuerdos para frenar las emisiones de gases y que simplemente está a la espera de conocer y estudiar las propuestas anunciadas ahora por EEUU, una vez que Bush ha reiterado que no ratificará el protocolo de Kioto, un problema que hoy enfrentará a europeos y norteamericanos en la cumbre trasatlántica en Gotemburgo (Suecia).
En otro gesto amistoso hacia el presidente de EEUU, Berlusconi aseguró ante los periodistas que Bush no había negado ayer en la OTAN la importancia del Tratado ABM, (antimisiles balísticos, firmado con la URSS).
Sin embargo, sólo unos minutos antes el presidente estadounidense había dicho que ese tratado está hoy "muerto". Durante su visita a una tienda de chocolates bruselense con su esposa Laura, Bush expresó a los periodistas su "satisfacción y alegría" por el resultado de la cumbre, donde recibió "un amplio apoyo" al proyecto del escudo antimisiles.
Por su parte, Aznar, a quien Bush calificó de "hombre muy interesante", dijo en la cumbre que hay "una nueva realidad de seguridad" que obliga a "trabajar sobre nuevos esquemas" y "buscar nuevas fórmulas dentro del consenso", según fuentes gubernamentales. El presidente español, que aludió así al planteamiento del proyecto de escudo antimisiles se refirió, además, a la necesidad de superar el Tratado ABM para desarrollar el nuevo sistema, algo que sólo hicieron los líderes de Canadá, el Reino Unido, Polonia y Hungría.
El ministro de Exteriores, Josep Piqué, considera, no obstante, que España no está destacando por su apoyo a la iniciativa norteamericana. El ministro compareció ante la prensa porque el presidente del Gobierno canceló a última hora la conferencia que tenía anunciada. El motivo oficial es la necesidad de "dosificar" sus comparecencias.
Tras la rueda de prensa que celebró el martes en Madrid con George Bush, cuando se destacó como el primer líder europeo que rompe una lanza a favor de la nueva estrategia estadounidense, Aznar tenía previsto atender más preguntas ayer en Bruselas, hoy en Oslo, adonde llegó anoche en visita bilateral, y el sábado en Gotemburgo, donde asistirá al Consejo Europeo.
Según Piqué, se pensó que su presencia en los medios iba a ser excesiva. El hecho es que Aznar fue ayer uno de los pocos líderes de la OTAN que no respondió a los periodistas. "No se puede decir que España se distinga por su apoyo al plan de Bush, ya que su posición es muy similar a la de los demás países. Nadie ha dicho aquí que la Defensa Nacional de Misiles (NMD) sea negativa. Lo que hay que hacer es analizarla, profundizar y celebrar consultas", afirmó Piqué.
Dado que el "equilibrio del terror es ya cosa pasada" porque Rusia no puede merecer "la misma consideración" como amenaza que tenían la URSS y el Pacto de Varsovia, "hay una práctica unanimidad en analizar" la NMD y "todo el mundo acepta en ese contexto que hay que revisar el ABM", explicó el ministro, que añadió: "Creo que estamos en el inicio del auténtico debate, que llevará tiempo. No será cuestión de días ni de meses ni de años ya que el desarrollo de nuevas tecnologías requerirá mucho tiempo y dinero".
Por otro lado, la policía belga detuvo ayer a más de 30 manifestantes cerca del aeropuerto de Bruselas y de la sede de la OTAN, que protestaban por la pena de muerte en EE UU, su política militar y su rechazo al Tratado de Kioto.
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