Bush participará en la próxima cumbre del clima pero reitera ante los Quince su negativa a Kioto

Estas declaraciones del presidente estadounidense se producen tras la reunión que ha mantenido con el primer ministro sueco, Goran Person, anfitrión de la cumbre UE-EE UU y con el presidente de la Comisión, Romano Prodi, y los comisarios de Relaciones Exteriores, Chris Patten, y de Comercio, Pascal Lamy.

Los Quince y Estados Unidos han aprobado una declaración conjunta en la que ambas partes confirman su "desacuerdo" acerca de la ratificación de ese protocolo sobre recorte de emisiones contaminantes en los países industrializados.

Sin embargo, ambas partes han afirmado que trabajarán juntos "en todos los foros relevantes" para abordar la cuestión del cambio climático y que participarán en la reanudación de la VI Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, entre el 16 y el 27 de julio en Bonn.

Estados Unidos y la Unión Europea han manifestado que los esfuerzos conjuntos deberán conducir a "un resultado que proteja el medio ambiente y asegure el crecimiento económico compatible con nuestro objetivo compartido de un desarrollo sostenible para las generaciones presentes y futuras".

La conferencia del clima en Bonn retomará los trabajos de la que fracasó el pasado noviembre en La Haya y en la que más de 180 Estados fueron incapaces de precisar la aplicación del Protocolo de Kioto, firmado en 1997 pero que todavía no ha entrado en vigor.

En la declaración conjunta de norteamericanos y europeos se manifiesta que hoy han tenido un diálogo "abierto e interesante" sobre la cuestión del cambio climático y han coincidido en señalar que hace falta una acción "efectiva" en este terreno, para lograr estabilizar las emisiones contaminantes que causan el sobrecalentamiento terrestre.

También han mostrado su compromiso para cumplir con sus "compromisos nacionales" y obligaciones dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 a través de "medios flexibles".

La declaración incluye una referencia a la reciente propuesta de Estados Unidos de aumentar la investigación en el ámbito del cambio climático para averiguar las consecuencias del incremento constante de emisiones de gases contaminantes.

"Estamos de acuerdo en la importancia de intensificar la cooperación científica y la investigación relacionada con el clima", se afirma en la declaración conjunta.

Este texto incluye finalmente una alusión al acuerdo de Kioto, después de que la delegación estadounidense presionara en los últimos días por excluir cualquier referencia a aquel protocolo que el nuevo presidente norteamericano, George W. Bush, rechazó aplicar en su país al poco de asumir el cargo.

Bush dijo esta semana que ese acuerdo de finales de 1997 no es realista y propuso en su lugar investigar más las consecuencias sobre el medio ambiente de la contaminación provocada por el ser humano.

Las disputas comerciales entre EEUU y la UE también han sido abordadas hoy en Gotemburgo. En este aspecto, el acuerdo ha sido mayor y ambas delegaciones se han comprometido en apoyar conjuntamente el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones multilaterales en noviembre durante la reunión ministerial de la OMC en Qatar.

Es la primera vez que las dos potencias económicas manifiestan por escrito su compromiso para apoyar el lanzamiento de la nueva ronda en la OMC, después del fracaso de Seattle en diciembre de 1999.

Estados Unidos y la UE confían en que esa nueva ronda ayudará a alcanzar una "mayor liberalización" de los intercambios comerciales y contribuirá a "fortalecer y ampliar" la aplicación de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El compromiso para lanzar la nueva ronda en Doha deberá ser precedido de un trabajo conjunto entre Estados Unidos y los Quince para que aquella tenga una agenda "sustancial y con miras de futuro".

Ambas partes manifestarán además su compromiso para intentar llegar a soluciones negociadas en materia comercial mediante el procedimiento de "consultas" antes de que se pueda producir un "litigio", según las fuentes.

En ese contexto, Estados Unidos y la UE pretenden "trabajar conjuntamente" para mejorar el mecanismo de resolución de conflictos dentro de la OMC, que consideran un "elemento central" de este organismo multilateral.

Los conflictos comerciales que enfrentan a ambas partes - y que afectan a la carne con hormonas, las subvenciones a la exportación, las sanciones a las inversiones en Cuba previstas en la ley Helms-Burton y, más recientemente, el acero- deberán ser resueltos "de modo más rápido y efectivo", han señalado.

Respecto a las relaciones con los países en desarrollo, las partes manifestarán su apoyo a la mejora de la asistencia tecnológica hacia esos Estados y a facilitar el acceso de los productos procedentes de los Estados más pobres.